-EDUCACIÓN COMO DIOS MANDA-
"La enseñanza obligatoria debe tener lugar en el aula, y no en casa", sentencia el sacrosanto Tribunal Constitucional de las Españas. Las familias que eluden la enseñanza oficial para sus hijos (Asociación para la Libre Educación -ALE-) han sido maniatadas.
¡Qué pocas puertas van quedando para escapar al sistema!
Llamar "enseñanza obligatoria" a la formación integral que toda persona debería tener, resuena a adoctrinamiento, a normalización, a lazo del que no debemos huir: fuera el frío de la soledad es amenazante.
Concluyen que una vez escolarizados, pueden seguir educándoles en casa. ¡Hombre, menos mal que no regulan además el tiempo pos-escuela!
Esta visto, sus argumentos se basan solamente en la socialización, como si los niños educados en las familias estuvieran metidos en una caja de zapatos, ya que en cuanto a los aprendizajes les distingue una distancia interestelar. Habría que ver qué es eso de socializar a la luz de los valores que campan por los páramos de las urbes: vence, gana, pisa, se competitivo, progresa (en unos casos) o dale al botellón, devora "Big Macs", aliénate con Playstation, renuévate con muchas marcas que tus padres pagan, lleva tu iPod bien alto (por otros, y a veces todo junto). ¿Esto es socializarse? Claro, no distinguirse en medio de la masa, ser un clo(w)n obediente y marcado.
¡Cuánto miedo tiene el poder a tener gente suelta y sin control! Eso les asusta pues son entes imprevisibles que les pueden cuestionar.
Nada, prolonguemos el ESTADO DE ALERTA (cada vez se usa más esta palabra, en los aviones, en el clima, en la sanidad, en la economía, en la sanidad y por supuesto en la educación. Control de controladores frente al descontrol de los controlados).
David Gamella
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