Y como si no hubiera pasado ni un sólo día desde entonces.
La inteligencia de los grandes creadores, como lo es Krahe, hace que sus acciones sigan vigentes con el paso del tiempo. Como él dice, el hombre blanco sigue hablando con lengua de serpiente.
A pesar de la censura política y del silencio de sus compañeros de profesión (callaron como rameras), no se arredró ante nada ni nadie y cantó su dignidad alto y claro. Esto hizo de él un tipo grande que se ha mantenido en el margen del mercadeo musical fiel a sí mismo.
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