Una mujer más ha sido asesinada y aquí no pasa nada. Nunca pasa nada.
En esta sociedad de records, estadísticas y datos comparados, ya hemos superado las que oficialmente quedaron registradas el año pasado. Y digo oficialmente porque fuera de las listas se quedan muchos otros casos, es decir que la realidad sangra más si cabe todavía.
¿Por qué?
¿De qué es espejo todo esto?
Cuando colean aun los ecos de los abucheos a las instituciones del Estado y seguimos presenciando en las cadenas televisivas (de aceptación masiva) burdas tertulias de insultos y desagravios, cuando se suceden soeces actuaciones al hilo de despechos variados "por un puñao de parné", cuando se destapan a manadas mangantes del dinero público por toda la geografía, podemos comprobar cómo los niveles de respeto, la educación cívica y la dignidad humana se hayan más enterrados que hasta ayer los mineros de Chile.
Una de las consecuencias de denostar y descuidar (en el plano de lo real, que las fotos oficiales son otra cosa) el sistema educativo, viene reflejado en actitudes de este grado. Cuando se deja inadvertidamente que el curso de las goteras siga, éstas van tomando cuerpo al abrigo de los hongos y al final convierten en un lago las estancias requiriendo nuevas formas de vida. Así los valores que nos han permitido construir un cuerpo social de referencia, aval de identidad, van acatarrándose y contrayendo nupcias con una solemne neumonía de difícil cura antes tales humedades.
Sin ir más lejos, esa televisión tan atendida que merecemos, impone una serie de modelos sin pretenderlo (que tal vez sí) y está centrifugando nuestros criterios de cordialidad y mesura, decapando nuestra tolerancia a la diferencia del otro, anestesiando nuestra sensibilidad a lo ajeno y colmándola de sensiblería mediática, manipulando nuestros sentidos humanitarios y alterando nuestros recientes valores democráticos a golpe de Share. El triunfo de la soberbia y la petulancia, del magreo al diccionario, del todo vale, del y tú quien te crees que eres, de la chulería machista, del españolismo bravucón, ruidoso y arrogante de su incultura...va goteando y lleva varios pisos calados al paso de: Pero si NO PASA NADA.
Y así seguirán apareciendo (aunque suene demagógico, entre otras muchas causas) mujeres asesinadas por sus (ex)parejas, menores violados, niños maltratados, ancianos vejados, obreros explotados, acosos y derribos, etc. etc. etc. porque aquí vamos olvidando los límites y desplazando las fronteras, colmando la vida estúpidamente de focos, flashes y lujos: hojas de papel que como no puede ser de otra manera, seguirán estando mojadas.
DG
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por tu tiempo!