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miércoles, 9 de mayo de 2012

jueves, 2 de febrero de 2012

LAS MENTIRAS DE BOTÍN


España
Las mentiras de Botín



El título de este artículo puede parecer demasiado fuerte y yo mismo reconozco que lo es. Pero es que me resulta muy difícil creer que el dueño de uno de los bancos más grandes del mundo esté tan mal informado de lo que viene ocurriendo en la economía y las finanzas mundiales como para decir lo que acaba de decir sobre los culpables de la crisis. Puede ser que le suceda lo que el Premio Nobel Stiglitz dice que le pasa a los banqueros centrales, que no ven la realidad porque están muy ideologizados y solo leen aquello que corrobora sus ideas. Pero incluso así, suponiendo que las declaraciones públicas de Botín fueran simplemente el resultado de su ignorancia, lo cierto es que con ellas engaña a la gente. Y es por eso que me parece justo calificarlas como mentiras o patrañas.
Los culpables de la crisis son los bancos
Acaba de declarar Botín anunciando los resultados de su banco que los responsables de la crisis son los políticos porque "no han sabido manejar la situación" (Público, 31-01-2012, "Botín culpa a los políticos de la crisis mundial".
Es mentira. Incluso alguien tan poco sospechoso de izquierdismo como Warren Buffet, uno de las tres o cuatro inversores más ricos del mundo, lo dijo claramente: "Los bancos se han expuesto demasiado, han asumido demasiados riesgos. Así que el problema es evidentemente de los bancos. Son quienes tienen la culpa. No hay por qué echársela a nadie más" (El País, 25-05-2008, "Los bancos tienen la culpa".
Y esa es la verdad. Hoy día sabemos a ciencia cierta que los responsables últimos y directos de haber causado todo lo que ha pasado en la economía mundial han sido los bancos.
- Los bancos han provocado la crisis porque dejaron de cumplir su función de intermediarios entre el ahorro y la inversión productiva para destinar los recursos que recibían y creaban a la especulación improductiva.
- Los bancos han provocado la crisis porque, para ello, crearon y difundieron millones de productos financieros opacos y muy arriesgados, muy rentables inicialmente pero sumamente peligrosos a poco que cambiara la situación, como el tiempo demostró, es decir, pura basura financiera. La fueron acumulando en sus balances mientras traspasaban el riesgo a otros bancos o a los demás sujetos económicos y así dieron lugar a la crisis financiera.
- Los bancos han provocado la crisis porque para difundir esos productos basura recurrieron a todo tipo de artimañas, fraudes, engaños, estafas, mentiras y trampas ante su clientela. Solo en España los jueces han dictado ya más de 400 sentencia condenatorias contra los bancos por colocar a sus clientes "swaps", permutas financieras o "clips", entre otras denominaciones comerciales, como si fueran un seguro ante la variación en los tipos de interés cuando en realidad era productos muy arriesgados que solo favorecían a las entidades bancarias (El Economista. Y esos 400 no son todos los casos porque la Asociación de Usuarios Afectados por Permutas y Derivados Financieros (Asuapedefin) calcula que en España existen entre 200.000 y 400.000 particulares y minoristas con este tipo de productos financieros (El Economista, 14-11-2011, La banca acumula más de 400 sentencias en contra por los 'swaps' hipotecarios). Y hay también otros 700.000 ahorradores españoles afectados por la estafa de las llamadas participaciones preferentes que los bancos colocaron también engañosamente sus clientes por un volumen total de unos 12.000 millones de euros, (TVE, El fraude de las preferentes).
- Los bancos han provocado la crisis porque para ocultar y disimular todas esas estafas contrataron a las agencias de calificación que calificaron como de máxima solvencia a las hipotecas y los derivados que colocaban en el mercado, creando así el clima de engaño y de falsa seguridad necesario para multiplicar la difusión de millones de productos financieros que en realidad eran pura basura financiera.
- Los bancos son culpables de la crisis porque ellos mismos y sus empresas de tasación han sido los responsables directos de la subida de precios de la vivienda y de las burbujas inmobiliarias, lo que les convenía para que así aumentara el volumen de créditos que ofrecían a sus clientes.
- Los bancos son culpables de la crisis porque han abusado de su capacidad de creación de dinero mediante la generación de crédito saltándose para ello a la torera todas las reglas de la prudencia bancaria, dando créditos hipotecarios a más del 100% del valor de las viviendas o a empresas por encima de los niveles aconsejables.
- Los bancos son culpables de haber provocado la crisis porque, para aumentar sus beneficios, disimularon mediante trampas contables el riesgo que acumulaban y no acumularon el volumen de reservas necesario para hacer frente a la morosidad que irremediablemente iba a producirse como consecuencia de su propia política de sobreendeudamiento.
- Los bancos son culpables de la crisis porque es evidente que durante los últimos años han hecho todo lo que ha estado en sus manos para que los gobiernos aplicaran las políticas que han producido la gran desigualdad que a ellos les conviene para que los niveles altos de renta les proporcionen grandes volúmenes de ahorro y los bajos tengan que endeudarse más.
- Los bancos son culpables de la crisis por haber utilizado los paraísos fiscales y por ser los instrumentos necesarios para que se pueda llevar a cabo el fraude y la evasión fiscal que se encuentra a niveles tan desorbitados. Los bancos se han convertido en cooperadores necesarios del engaño a Hacienda y ellos mismos en una fuente principal de evasión de ingresos, disminuyendo así la capacidad de actuación de los gobiernos.
- Los bancos son culpables de la crisis por haber financiado también a la clase política más corrupta para que llevara a cabo las medidas de desregulación y permisividad que han ido necesitando para salir adelante.
- Los bancos son culpables de la crisis porque su actuación irresponsable les ha llevado a la quiebra impidiendo así que las empresas y consumidores dispongan de la financiación que es imprescindible para poder funcionar y crear empleo.
- Los bancos son culpables de la crisis porque, cuando estalló, en lugar de asumir el daño que habían provocado engañaron a los gobiernos y a la sociedad haciendo creer que se trataba de una situación pasajera cuando en realidad habían perdido toda su solvencia. Y porque reclamaron entonces y siguen reclamando ayudas y más ayudas como si fueran las últimas cuando saben perfectamente que todas las que reciban serán insuficientes puesto que su agujero patrimonial es gigantesco y los problemas que eso ha creado en el sistema bancario internacional es sencillamente irresoluble bajo las condiciones en que ha venido funcionando.
- Los bancos son culpables de la crisis por haber impuesto una política de retribuciones astronómicas a sus directivos para lograr así el aumento de sus beneficios con independencia de cualquier consideración ética o de los efectos de su actuación en el conjunto de la economía y la sociedad.
- Y, en fin, los bancos son culpables de la crisis porque es evidente que son ellos quienes están imponiendo las políticas que en lugar de permitirnos salir de la crisis es evidente que no llevan a una fase aún peor, de depresión, que sufriremos durante años.
La banca y la clase política
Miente también Botín cuando echa la culpa de la crisis a la clase política ocultando que la clase política no ha actuado de motu propio sino presionada constantemente por los bancos que se presentan ahora como los mercados.
Los bancos financian a los partidos, pagan a periodistas, son los dueños efectivos de los medios de comunicación, dominan incluso la decisión de los rectores universitarios y de los lideres de opinión. Son los que tienen el poder real en nuestras sociedades.
Así lo prueba mejor que nadie el propio Emilio Botín que solo gracias a que tiene más poder real que los gobiernos puede actuar con impunidad y cometer todo tipo de actos irregulares sin que sea condenado por ello. Así, según informó El País, consiguió que la entonces Secretaria de Estado de Justicia y posteriormente Vicepresidenta del Gobierno cursara al Abogado del Estado "instrucciones sobre su actuación en el caso de las cesiones de crédito", concretamente, pidiendo que no se dirigiera "acción penal alguna por presunto delito contra la Hacienda Pública, contra la citada entidad bancaria o sus representantes". Gracias a ello, ni siquiera fue juzgado por unas irregularidades financieras por las que la acusación solicitaba para el presidente del Banco de Santander "un total de 170 años de prisión y una multa de 46.242.233,92 euros (7.694.060.334 pesetas), además de una responsabilidad civil de 84.935.195,86 euros (14.132.027.499 pesetas), que es el perjuicio causado con su actuación a la Hacienda Pública". (El País, 27-05-2008, "Rato atribuye la decisión de no perseguir a Botín en 1996 a De la Vega").
Como también lo prueba el que Botín haya conseguido que el gobierno ya en funciones de Rodríguez Zapatero indultara de forma vergonzosa y vergonzante al consejero delegado del Banco de Santander condenado en firme por delinquir en el ejercicio de su actividad bancaria.
Las declaraciones de Botín ni siquiera se pueden considerar una verdad a medias. Como he demostrado en otros artículos, es verdad que la gran estafa cometida por los bancos no habría sido posible sin la complicidad de la mayoría de las autoridades, de gobiernos y bancos centrales que modificaron las leyes para que pudieran llevar a cabo sus tropelía, que miraron a otro lado cuando engañaban a la gente y cuando generaban el riesgo tremendo que se sabía que antes o después estallaría llevándose por delante a la actividad de millones de empresas y empleos. O que, ya en plena crisis, se han dedicado a salvar el bolsillo de los bancos y banqueros dándoles billones de euros a costa de los contribuyentes. Pero eso ha sido y es así, como he señalado, porque el poder real no lo tienen esas autoridades sino porque los bancos están llevando a cabo, en palabras de Habermas referidas concretamente a Europa, "la demolición de la democracia" imponiéndose cada vez más sobre los poderes representativos e incluso, como está sucediendo recientemente, suplantándolos directamente. Por eso no es nada de extrañar que Botín alabe al nuevo gobierno, es el suyo: un colega banquero, nada más y nada menos que procedente de Lehman Brothers, es el ministro de Economía y el director de la asesoría jurídica de su banco ha sido nombrado subsecretario de Presidencia (ver "Gobierno de España S.A.", Público 29-01-2012)
Y también fabula Botín cuando afirma que la reforma laboral es urgente para crear empleo y para resolver los problemas que ha planteado la crisis. Pero de eso me ocuparé en otro artículo que publicaré en los próximos días.
fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=143972

lunes, 19 de diciembre de 2011

El roto sale de su viñeta


El Roto: “Creo que la televisión debe ser extirpada de nuestras casas lo más radicalmente posible”.

Andrés Rábago (Madrid, 1947) conocido como “El Roto”, seudónimo con el que firma actualmente y al que le han precedido otros en su larga carrera como dibujante satírico —como él mismo determina que es la forma más ajustada de definir su labor— publica a diario en El País sus viñetas, dardos de trazo preciso y austero en los que comprime reflexiones sobre la actualidad. Nos recibió a primera hora de la mañana en su estudio de Madrid interrumpiendo la elaboración de la viñeta que publicaría el periódico al día siguiente. El esbozo de una corona real sobre su mesa de trabajo acompañó nuestra conversación.
En algún momento ha definido a la monarquía como un trastorno hereditario. ¿Cree que se verá afectada la institución por el llamado “Caso Urdangarín”?
Yo creo que esto va a afectar gravemente a la monarquía. Justamente el dibujo de mañana trata de eso: si la corona pierde la forma se convierte en un mero metal. Las formas son muy importantes en estos temas. De hecho, la monarquía básicamente es una forma; si la pierde, desaparece. Me parece muy grave y no es una cosa a tomar a la ligera, el hecho de que haya no sé si llamarlo “un ladrón” en la familia es algo enormemente grave. Espero que tomen medidas y que esto se corte radicalmente pero si no, ya veremos qué pasa.
Acaba de publicar “Viñetas para una crisis”,  una recopilación de ilustraciones sobre la situación económica en la que muestra una gran intuición en cuanto a su evolución.
No es tanto intuición como información. Estaba todo ahí, yo lo único que hacía era apuntar a lo que iba a ocurrir. El dibujante satírico no es un profeta, es un observador, y por lo tanto lo que hace es simplemente ver las cosas lo más distanciadamente posible y dejar constancia de eso que ve, sin planteamientos personales de intereses. Es un observador neutro, pero evidentemente hay un trasfondo de pensamiento personal en todo lo que se hace y eso es lo que puede definir la diferencia entre unos y otros dibujantes.
En el prólogo dice: “Todos hemos participado en la creación del monstruo económico, pero nada nos impide restaurar la cordura”. ¿Es usted optimista?
Sí. Solamente hay que observar cómo han sido los procesos históricos anteriores para saber que la vida continúa. Es una situación muy puntual y saldremos por otro lado o de otra forma, probablemente haya transformaciones radicales de las formas de vida, pero eso no significa que no siga habiendo vida. Es posible que lo que haya sea un declive de la cultura occidental, que en realidad se ha convertido en un sistema financiero. Retomar la esencia de la cultura y abandonar ese territorio puramente economicista es esencial.
¿Es ese el papel que tenemos cada uno de nosotros?
Los papeles atribuidos a cada persona son mucho más amplios. Cada persona es responsable de la creación de la realidad en la que vive si lo miramos desde un punto de vista más profundo, más interno. Desde un punto de vista externo, entramos en los poderes digamos exteriores a nosotros, pero creo que cada persona tiene el poder de construir su propia realidad y por lo tanto la responsabilidad individual es muy grande.
Viñeta publicada en El País el 18/5/11
Viñeta publicada en El País el 18/5/11
Durante los primeros días de las manifestaciones y acampadas del 15M publicó una viñeta con el texto “los jóvenes salieron a la calle y súbitamente todos los partidos envejecieron ” que se convertiría en un símbolo. ¿Qué opinión tiene de la evolución de este movimiento?
No sigo de cerca el movimiento, la verdad es que ignoro la situación en la que está actualmente, pero sí que ha sido un reflejo de una vitalidad social que parecía que no existía y eso es lo que me ha hecho creer que habrá reacciones más conscientes o más fuertes a lo que se nos está presentando. Creo que tendrán que enfocar la realidad social desde otro ámbito y probablemente tendrán que crear o recrear una nueva civilización, una nueva cultura. Vamos a ver lo que da de sí.
Se acaba de detener la aprobación de la llamada Ley Sinde, quedando pendiente para un fututo la ratificación de un reglamento sobre derechos de autor. ¿Qué opinión tiene sobre esta ley?
No he leído en profundidad la ley Sinde, solamente de forma muy superficial lo que figura en la prensa. Soy partidario de la defensa de los derechos de creación y estoy en contra de su apropiación por parte, no de los internautas, pero sí de los que están controlando el sistema, que se apropian de la creación ajena para incrustar en ella su publicidad y sus negocios. Porque en el fondo de lo que se trata es de que todo sea gratis menos lo que ellos nos venden y eso me parece profundamente deshonesto.
Usted forma parte de la historia gráfica de España, ¿cómo ha evolucionado?
De lo que hayan hecho los demás no sé mucho. De mi propia trayectoria, he ido desenvolviéndome dentro de lo que ha sido la historia de mi entorno. En momentos en los que la situación era más cerrada, durante la dictadura y la transición, el lenguaje adoptado era un lenguaje apropiado para esa situación; en la época de la democratización y apertura, adopté un lenguaje que también parecía conveniente a esa nueva situación. Digamos que he ido acompañando la realidad social, adecuándome en cada momento a lo que podía ser útil para la comunicación, porque hay que tener en cuenta que lo que yo busco siempre es una posibilidad de comunicación. Mi trabajo no busca un brillo propio, sino que siempre intenta ser útil socialmente.
¿Qué nos puede contar de sus inicios compartiendo publicación con Perich o Chumy Chúmez?
Fueron unos momentos muy interesantes. Creo que la sátira en aquellos momentos era socialmente muy útil y revistas como Hermano Lobo o Por favor o, ya más serias, como Triunfo o Cuadernos para el Diálogo, en las que participé, fueron revistas que tuvieron gran influencia en el desarrollo político español.
¿Cómo se explica que Perich sea prácticamente un desconocido en la actualidad?
Creo que hay un factor de olvido propio en España, es un país que olvida demasiado rápidamente a los creadores o a la gente que ha hecho algo. Pero hay un factor secundario que creo que también permite que eso se produzca y es que el dibujo, si no tiene un componente plástico fuerte, tiende a resultar evanescente, va perdiendo fuerza. Para atravesar el tiempo, y nos lo ha demostrado la historia de la sátira, es necesario que el dibujo tenga un componente artístico de notable calidad. Por donde primero muere una viñeta es por el texto y lo que más se mantiene es el dibujo. Y en el caso de Perich y de muchos otros el dibujo era demasiado frágil como para poder atravesar el tiempo. Creo que este es un factor también a tener en cuenta.
¿Ha sentido en algún momento el ejercicio de la censura?
En el tema de la censura creo que hay algo más de mito, al menos en lo que a mí respecta, que de verdad. Sí que hay temas donde he encontrado alguna dificultad, pero por lo general realmente siempre he sido libre tanto para poder elegir los temas como para desarrollarlos de la manera que he querido. No me siento en absoluto presionado por la censura.
¿Y por la corrección política?
Eso ya es más difícil: saber qué es la corrección política. La corrección política es más o menos la corriente dominante de pensamiento. Cuando trabajas en esto te das cuenta de la dificultad que entraña moverte en direcciones distintas a la corriente de opinión. Es una corriente que tiene una visibilidad y es duro nadar en su contra. Más bien hay que aprovechar las corrientes para moverte en la dirección que tú quieres sin un esfuerzo digamos gratuito, sin una pérdida de energía innecesaria. Hay que saber qué es útil en cada momento y determinar qué cosas, que no van a ser ni escuchadas, son innecesarias. Creo que hay que buscar las fisuras del sistema, los lugares por donde puedes colar tu información, tus ideas, tu pensamiento; más que ir en bloque contra un muro que no se va a derribar.
¿Siempre da su opinión en sus viñetas o en alguna ocasión ha soltado a propósito algún exabrupto para incomodar?
No. No es mi estilo. Mi estilo procura ser reflexivo y educado
Seguro que en algún momento le han echado en cara el dibujar estereotipos.
Nos movemos dentro de un lenguaje de códigos y dentro de ese lenguaje de códigos hay figuras. Lo que a mí no me interesa son los individuos concretos que representan esas figuras. Si dibujo banqueros no dibujo a un banquero concreto, no dibujo a Botín ni a ningún otro. No me interesan esos personajes porque cambian. No me interesa el gobernante de turno, por eso no hago caricatura, hago sátira social, porque los Zapateros se olvidan pero los gobernantes permanecen. Por eso me interesa más la figura como arquetipo que el individuo que en un momento determinado la encarne.
Es por eso que los personajes de sus viñetas tienen los rostros desdibujados, gafas de sol, están de espaldas…
Para evitar una identidad concreta de los individuos, porque representan de algún modo el hombre común.
¿Podría mantenerse alejado de un lápiz durante un período prolongado?
Es difícil, porque es algo connatural, que está en mí, y si no es un lápiz es un pincel o cualquier otro medio gráfico. A partir de un cierto tiempo lo echo en falta y necesito volver a él. Es un medio de expresión natural.
Los textos de sus viñetas son muy valorados. ¿Es inseparable su faceta de guionista de la de dibujante?
Sí, creo que el dibujo sin el texto es poco y el texto sin el dibujo es aún menos. La combinación de texto y dibujo es lo que da ese resultado. Pienso que el dibujo satírico es un medio bastante rico en el sentido de que combina elementos provenientes de distintos ámbitos, tanto del pensamiento como de la plástica, y esa conjunción si está bien realizada puede ser bastante bella.
En la actualidad cada vez cobra más relevancia la brevedad y la contundencia del mensaje propio de la viñeta.
Es verdad que el lenguaje actual tiene tendencia hacia el lenguaje de la viñeta —no el lenguaje de la viñeta al lenguaje actual, la viñeta siempre ha sido de textos cortos— . Esto en cierta forma no deja de ser empobrecedor, porque el sistema de pensamiento más profundo, de más densidad, se está perdiendo, y eso es grave. Que esto se convierta en una forma de pensar no es un indicativo de salud mental, sino de cierto encogimiento de la capacidad de reflexión del hombre actual.
Vamos a hablar de algunos elementos constantes de sus viñetas y de cómo interpretarlos:
En muchas de sus viñetas los animales se humanizan, hablan, razonan, frente a un ser humano mudo.
Es una constante en la sátira clásica la humanización de los animales, desde la época de las fábulas. En mi caso concreto también he humanizado —les he dado verbo— a plantas, ríos, edificios… ¿Por qué? Porque creo que todo aquello que tiene relación con el hombre se humaniza. El proceso de humanización de la realidad no sé si es algo que nosotros nos hemos impuesto o es algo que nuestra propia sustancia propicia.
¿Se declara antitaurino?
Sí, naturalmente. No solo antitaurino, en general estoy en contra de toda crueldad innecesaria. Toda crueldad innecesaria debe ser abordada como algo a eliminar. Tanto en el caso de los toros como de otras formas de crueldad.
Un elemento también muy presente es la ventana, la idea de mirar por la ventana. ¿Qué simboliza? ¿Tomar conciencia de la realidad?
Sí, básicamente es eso. Nosotros miramos a través de las ventanas de nuestros ojos, por lo tanto cualquier otro símbolo representa esa ventana por la que miramos esa realidad. Yendo un poquito más allá: esa pérdida de visión de la realidad de lo que está pasando, esa ventana falsa que se nos ha impuesto o que hemos aceptado voluntariamente que es la televisión, creo que es uno de los elementos más perturbadores de la realidad en la que vivimos.
Gran parte de la población se informa a través de ese medio.
Es un hecho de una enorme gravedad. La televisión no informa. La televisión es un elemento del sistema para perpetuarse. Creo que la televisión debe ser extirpada de nuestras casas lo más radicalmente posible.
Utiliza preferentemente el negro sobre blanco, casi siempre prescinde del color. ¿Con qué finalidad expresiva?
Tanto en el dibujo como en el texto busco la síntesis y la máxima expresividad con el mínimo de elementos. Mi forma de trabajar no es nada barroca en ese aspecto. Y el uso del color procuro que sea el mínimo necesario. Vivimos en una época de excesivas posibilidades técnicas y eso hace que haya una sobresaturación tanto de imágenes como de colores. Yo busco esa austeridad, esa ascesis dentro de mi lenguaje para evitar en lo posible esa saturación que embota los sentidos. La austeridad creo que es útil en todos los casos, también en el caso de la plástica.
¿Qué técnica emplea?
Es una técnica mixta. Uso tanto tintas y acuarelas como rotuladores, lápices grasos… Son elementos bastante sencillos.
Viñeta publicada en El País el 10/12/11
Viñeta publicada en El País el 10/12/11
No parece que su estética se haya visto influida por el tratamiento digital, ¿por principios o por desidia?
Por rechazo a una tecnificación excesiva de los elementos que utilizamos. Desde mi punto de vista los elementos más sencillos son los más eficaces y también los que tienen mayor perdurabilidad, porque los elementos técnicos varían mucho con el tiempo y someten el trabajo a la época en que esos elementos tuvieron interés. Hoy en día cuando vemos trabajos de los años 70 cuando se utilizaban aquellas plantillas de Letraset, rápidamente han quedado obsoletos. Cuanto más sencillos y más inmediatos sean los elementos que utilizas más posibilidades tiene de atravesar el tiempo. Y no olvidemos que el lenguaje plástico es un lenguaje pensado para atravesar el tiempo. Es su mejor indicativo.
¿Está reñido con la informática?
Me parece un territorio útil y a la vez peligroso. Es útil porque nos permite comunicarnos rápidamente con lugares alejados y permite también la información rápida, pero también hace que toda esa comunicación y esa información sean más superficiales. Hay que buscar ese equilibrio entre una aparente información confusa y una lectura más profunda y más sosegada.
Entonces prefiere el papel a las publicaciones digitales.
Siempre he preferido el papel por una cuestión que creo que puede entenderse, y es que para mí el papel es un documento, mientras que en Internet, desde mi punto de vista, no existe el documento. Y cuando lo que queremos es que existan documentos para poder verificar las cosas, para poder asegurarnos de que no nos van a cambiar los hechos, creo que los documentos atestiguan mucho más eficazmente ese hecho que los medios digitales. Aun así creo que son complementarios, no rechazo la información por medios digitales, pero creo que debe darse una forma más concreta. También creo que Internet todavía no ha encontrado su ser, es posible que cuando lo encuentre podamos hablar de una cosa distinta a lo que tenemos ahora: un batiburrillo de elementos dispares donde no hay cómo aclararse.
Sin embargo, tiene la ventaja de la inmediatez.
Depende, porque hay cosas que conviene saberlas de forma inmediata, por ejemplo si se acerca un tsunami, pero hay otras cosas que no hace falta que sean tan rápidas. Hay un exceso de creer que lo inmediato es valioso; no necesariamente. Las cosas tienen su tiempo y nosotros estamos acelerando innecesariamente ese tiempo. De hecho, podemos acabar con el tiempo con ese aceleramiento.
¿Qué periódicos lee para mantenerse informado?
Procuro leer mi periódico, lógicamente, y luego suelo comprar otro más para contrastar. Sobre todo porque me gustan mucho las imágenes, utilizo mucho las imágenes de los propios periódicos, porque no me informo en Internet ni en la televisión ni en la radio; a lo mejor escucho un poco por la mañana temprano por si ha pasado algo grave y luego ya me olvido, y la televisión ni verla. Busco información contrastada, pero también me interesa mucho la fotografía en prensa. Es muy valiosa, aunque se está degradando bastante. No se está valorando lo suficiente la fotografía. A mí me interesa la fotografía de prensa, no me interesa la fotografía artística —esto es una cuestión personal, pienso que para eso ya está la pintura que es inmensamente más rica— pero sí el fotoperiodismo, y se está devaluando. Hay fotos bastante anodinas en los periódicos que no tienen sentido cuando se podrían utilizar fotografías mucho más ricas. Se utiliza mucho archivo y fotógrafos que a lo mejor no son buenos profesionales. Hacen falta buenos profesionales, el fotógrafo de prensa no es un cualquiera, es un tipo muy importante.
¿Cómo cree que están de salud los medios de información?
Bastante mal como creo que es evidente, por razones técnicas que todos conocemos. Pero además creo que hay una ausencia de profundidad de los que escriben en prensa. Creo que no se recurre lo suficiente a gente que tenga cosas importantes que decir y se echa mano demasiado de escritores o de formas de periodismo superficiales. El periodismo para salvarse ha de ir a niveles de mucha mayor densidad de pensamiento y de calidad en la escritura.
Su obra pictórica es su faceta menos conocida y no sé si será su mayor pasión o lo es el dibujo, ¿qué niveles de expresión adjudica a cada uno?
No es una mayor pasión, en los dos territorios dedico el mismo esfuerzo, pero es cierto que en la pintura tengo mayores dificultades porque es mucho más difícil, más compleja, y sobre todo porque me muevo en distintos estratos de lo real, mientras que el dibujo trata digamos de una realidad más inmediata, más aparente; en la pintura intento indicar que esta realidad aparente no es la única realidad sino que hay una realidad que está más allá de esta superficie. Esto es algo que el hombre occidental ha perdido, hemos perdido esa conexión con estratos que están en nosotros pero que hemos olvidado. Y esa superficialidad del hombre occidental moderno nos está perjudicando, la recuperación de la hondura en cada uno de nosotros es algo que también debe darse y eso resulta mucho más difícil de expresar, porque casi hemos perdido la sensibilidad para conectar con esas otras zonas de nuestro propio ser.
¿Lee cómics?
Pues la verdad es que nunca he leído cómics, aunque he visto cómics magníficos, pero no es un terreno que me haya interesado creo que por una razón: me parece un esfuerzo excesivo el seguir una historia a lo largo de distintas viñetas y, aunque plásticamente hay cosas hermosísimas, no soy lector de cómics.
¿Cuáles son sus dibujantes de viñeta favoritos?
Tiendo siempre hacia lo clásico. Los maestros siempre están antes que nosotros, es difícil que veamos maestros en nuestras generaciones porque estamos demasiado próximos a ellos. Prefiero siempre ubicarme dentro de los antiguos grandes dibujantes que tanta admiración me siguen suscitando. Tanto los ingleses la escuela inglesa de Hogarth y su compañía como la escuela francesa con Daumier o la escuela alemana de Grozs. Las tres grandes escuelas europeas, la inglesa, la francesa y la alemana, siguen siendo para mí los arquetipos del dibujo satírico. En España tenemos a Goya como nuestro gran representante y el siguiente fue Solana dentro de eso que yo llamo la sátira gráfica.
Ya para despedirnos: ¿vendería los derechos de alguna de sus viñetas para que aparecieran en prendas de, por ejemplo, el imperio Inditex?
Ni a Inditex ni a ningún otro. Cuando me han pedido permiso para poner alguna viñeta en camisetas siempre he dicho que no, porque no son el medio para el que están pensadas. Creo que los dibujos están pensados para la prensa, después no sabes qué pasa con ellos, pero al menos en lo posible y en lo que a mí respecta procuro que no salgan de aquello para lo que fueron creados; después naturalmente salen en blogs o en sitios; si es una cosa personal no me importa, pero si es algo que yo no controlo prefiero que no aparezcan. Creo que la difusión en el periódico ya es lo suficientemente amplia como para querer abarcar más espacio. Estoy muy contento con el territorio en el que puedo moverme y no necesito más imperios.
Fotografía: Antonio Fortes
Fuente: http://iniciativadebate.wordpress.com/2011/12/18/el-roto-creo-que-la-television-debe-ser-extirpada-de-nuestras-casas-lo-mas-radicalmente-posible/