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miércoles, 15 de julio de 2015

Alberto Garzón construye un impecable e inapelable discurso contra la deriva financiero política europea


Repaso monumental e incuestionable a las consecuencias humanitarias y sociales de las políticas financieras feroces de los neoliberales de nuestro gobierno y sus secuaces europeos. 
¿Calarán al entendimiento estas palabras o la resistencia de sus barnices neuronales harán que todo resbale cual gotas de lluvia?

viernes, 15 de febrero de 2013

Ignacio Castro a Eugenio Trías

El ensayista español Ignacio Castro Rey, autor de La depresión informativa del sujeto y Sociedad y barbarie, esperó pasará el cimbronazo de la muerte del filósofo Eugenio Trías para dedicarle esta pieza, exclusiva para esta agencia.


"Es impresionante ponerse ahora a escribir sobre alguien que te aseguran que ha muerto y a quien sin embargo recuerdas nítidamente. Su figura sólida recortada bajo el humo, el tono grave y jocoso de voz, la sonrisa por debajo y las bromas propias de una jovialidad indisimulablemente nietzscheana. Era evidente, como en pocos pensadores que hayamos conocido, que Eugenio Trías amaba la vida".
 
"La amaba y la vivía hasta el punto de tener que pensarla, amenazado siempre por un torrente de vivir que iba por delante, como una sombra que se adelanta al cuerpo".
 
"Si hay algo característico de él, como persona y como pensador, era esa necesidad de pensar para poder seguir viviendo, esa vitalidad arrolladora a la que somos arrojados y nos obliga a pensar para no sucumbir ante una enigmática riada común. El buen humor y un virtuoso camino del medio, de cuño socrático. Según el cual la ironía sin mayéutica es cruel. Según el cual la mayéutica sin ironía es estéril".
 
"En este aspecto, como pocos, él necesitaba pensar, transitar una remota senda inmanente. Si la pregunta clave de Rilke, en cierto instante memorable, es «pregúntese si podría vivir sin ello», la respuesta de los que conocimos a Eugenio Trías es claramente: «No, no podría»".
 
"Creo que jamás usó la erudición filosófica para reprimir el pensamiento, cosa que al decir de Deleuze es una de las funciones claves de la historia de la filosofía: «Usted no puede hablar de esto sin antes haber leído esto y aquello»".
 
"Si de pocos pensadores españoles actuales (¿Ferlosio? ¿García Calvo?) podemos decir que haya una voluntad de pensar por cuenta propia, una vocación íntima de sistema, ése sería el caso de Eugenio Trías. Desde los primeros libros, o muy poco después, la proliferación de títulos indica la explosión arborescente de un sistema abierto, que se ramifica en distintos terrenos. Nietzsche, la música, el cine, la ciudad, la gnosis, Schelling, la filosofía del límite".
 
"La fascinación de Trías por el fondo sombrío que nos empuja le llevó a ser un heterodoxo de la Ilustración que aún rige los destinos de Occidente. Esto le da una ventaja. Siempre nos ha preparado para ese desierto legendario que configura la suma total de nuestras posibilidades".
 
"Su opción era salir continuamente a campo abierto para defender un gran relato del hombre que de ningún modo puede reducirse a esta servidumbre (voluntaria, porque es minuciosamente inducida) a la que se ha condenado el intelectual contemporáneo".
 
"Tampoco es extraña su buena relación con el psicoanálisis. A la manera de la ciencia conjetural de Freud y Jacques Lacan, nos ayudó a aproximarnos a una verdad que sólo late en la crisis del saber. Esa experiencia que se pierde, para reaparecer por fuera, cada vez que intentamos fijar el vértigo del límite en un metalenguaje suprasensible, que querría estar a salvo de una existencia cuya última palabra siempre ha de ser inanticipable".
 
"Vivió intensamente, como pocos. Escribió, pensó, se arriesgó en cien aventuras, quizá apremiado por una sombra que le pisaba los talones. Finalmente, nos aseguran que ha muerto. Se ha dicho que vencer la muerte «no es un problema de vida eterna» sino que significa más bien atreverse a la amistad con lo desconocido de las apariencias. El hombre libre no piensa en la muerte, vive desde ella".
 
"Afrontando el límite que nos asedia por dentro, la vitalidad de la obra de Trías nos prepara para esa tarea de conquistar una vida que esté a la altura de su enigma. Concepto a concepto, imagen a imagen, conquistamos poco a poco un hábito para lo invisible. Entonces, en palabras de Robert Graves, llega un momento en que la muerte no es nada más que «el plomo que sella un frasco repleto». Gracias por esta única y ramificada lección. "
Tomado de: http://www.telam.com.ar/notas/201302/7483-una-mala-salud-de-hierro.html

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Y en A LA CARTA de RNE:
http://www.rtve.es/m/alacarta/videos/pienso-luego-existo/pienso-luego-existo-eugenio-trias/1236912/?media=tve

jueves, 8 de noviembre de 2012

Los motivos de la eurohuelga


por Vicenç Navarro
Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra


Partidos conservadores y neoliberales están gobernando, tanto en España como en la mayoría de países de la Unión Europea, incluyendo los de la Eurozona, implementando políticas públicas que tienen como consecuencia: 1) la realización de reformas laborales que conllevan la disminución de los salarios y el aumento del desempleo; 2) el descenso de la población activa; 3) la reducción de la  protección social; 4) el recorte del gasto público social; 5) la privatización de las transferencias y de los servicios públicos del Estado del Bienestar; 6) la reducción de los derechos laborales y sociales; 7) la disminución y privatización de las pensiones públicas; y 8) el debilitamiento de la negociación colectiva y de los sindicatos. La evidencia de que esto está ocurriendo es robusta y claramente convincente (ver sección Economía Política en www.vnavarro.org).
Donde tales políticas han alcanzado su máximo desarrollo ha sido en los países periféricos de la Eurozona, y muy en particular Grecia, Portugal y España. No es por casualidad que estos tres países sean los países donde las fuerzas conservadoras han sido más poderosas e influyentes en sus Estados durante el siglo XX y principios del siglo XXI. Todos ellos han tenido dictaduras fascistas o fascistoides por un largo periodo de su historia e, incluso, durante su periodo democrático, cuando han estado gobernados por partidos de centro izquierda, las políticas de estos gobiernos han estado seriamente condicionadas por tales fuerzas conservadoras.
Tal dominio conservador explica que estos Estados se caractericen por: 1) ser muy pobres (sus ingresos al Estado representan sólo el 34% de su PIB en España, el 37% en Grecia y el 39% en Portugal, porcentajes mucho más bajos que el promedio de la UE-15, 44%, y mucho, mucho más bajos que en Suecia, el país donde las izquierdas han gobernado por más tiempo durante los últimos cincuenta años, y cuyo porcentaje es el 54%; 2) tener escasa sensibilidad social con sus Estados del Bienestar (transferencias, pensiones y servicios públicos, como sanidad, educación y servicios sociales) muy poco financiados (su gasto público social como porcentaje del PIB es el 22% en España, el 25% en Grecia y el 24% en Portugal, de nuevo más bajos que el promedio de la UE-15 con un 27% y mucho, mucho más bajos que el de Suecia, 30%); 3) la escasez de los recursos públicos, incluyendo empleo en los servicios de tal Estado del Bienestar –como, de nuevo, sanidad, educación, escuelas de infancia, servicios domiciliarios a las personas con dependencia, servicios sociales, entre otros- (sólo uno de cada diez adultos trabaja en tales servicios en España, comparado con uno de cada cuatro en Suecia. Si en España fuera uno de cada cuatro, se crearían cinco millones más de puestos de trabajo, eliminando con ello el desempleo); 4) tener las políticas públicas más regresivas y menos redistributivas de la UE-15. (La pobreza en España se reduce, mediante las políticas del Estado -tanto central como autonómico-, sólo 4 puntos, pasando del 24% de la población al 20%, el porcentaje de reducción de la pobreza más bajo –junto con Grecia y Portugal- de la UE-15. El promedio de la UE-15 es de 9 puntos, y en Suecia es de 14 puntos. Como consecuencia, España, Grecia y Portugal son los países con mayor porcentaje de la población que son pobres); 5) tener las cargas impositivas más regresivas e injustas (el trabajador de la manufactura en España paga en impuestos el 74% de lo que paga su homólogo en Suecia. El súper rico español, el 1% de la población con mayor renta, paga en impuestos sólo el 10% de lo que paga el súper rico en Suecia); 6) tener los fraudes fiscales más elevados de la UE-15 y también más concentrados en las rentas superiores y en las rentas derivadas del capital (en España el 74% del fraude fiscal -44.000 millones de euros- lo realizan las grandes fortunas, las grandes empresas que facturan más de 150 millones de euros al año –un 0,12% de todas las empresas- y la banca. Un tanto semejante ocurre en Grecia y Portugal).
En todos estos países un porcentaje muy reducido de la población (las élites financieras, económicas y mediáticas) tiene una enorme influencia sobre sus Estados, habiendo diseñado sistemas políticos de escasa representatividad electoral. Esta característica es especialmente acentuada en España, donde la Transición (mal definida como modélica) de la dictadura a la democracia, se hizo en términos muy favorables a las fuerzas conservadoras que controlaban el aparato del Estado y la gran mayoría de medios de información y persuasión. De ahí que el sistema electoral sea escasamente proporcional y representativo.
Las consecuencias de este dominio conservador
La reducción de la capacidad adquisitiva de la población, resultado del descenso real de los salarios forzó a las familias a endeudarse, beneficiando con ello a la banca, la cual, en maridaje con la actividad más especulativa de la economía española, la actividad inmobiliaria, creó la burbuja inmobiliaria, alimentada también con dinero procedente de la banca alemana (entre otras) que hizo extraordinarios beneficios en aquella inversión especulativa. Durante el boom económico, creado artificialmente por tal burbuja, fuerzas conservadoras forzaron reformas fiscales, bajando los impuestos a las rentas superiores y a las rentas del capital (20.000 millones de euros en España), que beneficiaron predominantemente a los sectores más pudientes de la sociedad, creando a la vez un agujero en las cuentas del Estado, que apareció más tarde cuando la burbuja estalló y el déficit del Estado apareció en toda su dimensión.
Como respuesta, el Estado español (así como el griego y el portugués) intentó reducir tal déficit, no mediante la reversión de los recortes de impuestos implementados durante la época de falsa bonanza, sino recortando el ya escasísimo gasto público social. Así se congelaron las pensiones para conseguir 2.000 millones de euros, cuando se podían haber obtenido 2.100 millones manteniendo el impuesto sobre el patrimonio o 2.552 millones anulando la bajada de los impuestos de sucesiones. Y, más recientemente, las mismas fuerzas conservadoras han ido recortando 6.000 millones de euros en la sanidad española, cuando se podrían haber obtenido 5.300 millones anulando la bajada de impuestos de las grandes compañías financieras. Hoy el Estado español ha apoyado a la banca con una cantidad semejante al 10% del PIB a la vez que están recortando a diestro y siniestro los servicios y transferencias del Estado del Bienestar. Diariamente se están echando a más de 500 familias de sus hogares por no poder pagar su hipoteca, a la vez que se está ayudando a los bancos con el dinero de todos. Y se están imponiendo enormes sacrificios, y otros que vendrán, para pagar a la banca, tanto española como alemana (entre otras), el dinero que como usurera está consiguiendo a costa de unas prácticas inmorales, injustas y antidemocráticas.
Y digo antidemocrática porque, tal como indiqué en mi artículo “La necesaria huelga general” (Público, 01.11.12), todas estas políticas que se están llevando a cabo no tienen ningún mandato popular, pues ninguna de ellas estaba en los programas electorales sobre los que fueron elegidos. De ahí la necesidad en todos estos países de protestar y denunciar estas prácticas que se están realizando en contra y a espaldas de la gran mayoría de su población. Lo que estamos viendo en cada uno de estos países es el gobierno de una minoría a favor de una minoría, en contra de una mayoría. Las derechas de siempre, en cada uno de ellos, están ahora, bajo el falso argumento de que no hay alternativas, intentando conseguir lo que siempre desearon: la reducción de los salarios y de la protección social y la eliminación del Estado de Bienestar. Y no se puede permitir, por mera salud democrática, que ello ocurra. De ahí que se hayan convocado Huelgas Generales y/o movilizaciones el próximo día 14 de noviembre en cada uno de ellos, para protestar e impedirlo. La propia existencia de la democracia está en peligro.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Posteconomía


Entrevista con Antonio Baños: "Estamos viviendo la revolución de los ricos"

El periodista y escritor publica 'Posteconomía. Hacia un capitalismo feudal', un ensayo humorístico sobre lo que puede pasar si no hay resistencia ante la "dictadura" económica.

"La economía ha reventado, ha agotado sus fuerzas, y con tanto trajín es incapaz de explicar la porción de realidad que se le había asignado". El escritor y periodista Antonio Baños (Barcelona, 1967) describe en su último libro, 'Posteconomía. Hacia un capitalismo feudal', la muerte de la economía tal y como la conocíamos hasta ahora. Una economía que, pese al paso del tiempo, retrasa en lugar de avanzar y retrotrae a la sociedad a una época pasada. Baños la llama Nueva Edad Media (NEM): "Se trata de describir un paisaje que nos sirva para comprender el nuevo mundo que se está conformando ante nuestros ojos. Una sociedad señorial, basada en estamentos más que en clases. Profundamente dogmática, [...] una sociedad creyente en una teocracia econócrata, donde el beneficio, el fantasmagórico crecimiento, la veloz circulación de dinero y el eterno aumento de beneficios sean los mandamientos sagrados. Un mundo en el que la academia abandone su lugar crítico para adoptar el papel de respaldo intelectual de las élites, como hiciera la Iglesia en su día".

¿Qué es la posteconomía?

Es lo que viene después de la economía que hemos conocido hasta ahora, una ciencia social que tenía unos instrumentos de análisis, un discurso, una concepción del mundo y una doble función: la normativa para describir el mundo y la prescriptiva para cambiarlo. Era una ciencia como cualquier otra, más o menos pomposa o irritante, pero servía para cambiar las cosas. Pues ahora ha colapsado. Los economistas ya no saben prever qué es lo que va a ocurrir. Ni siquiera saben describir los fenómenos que pasan mucho y mucho menos controlarlos. La economía ya no puede retratar el mundo que propone. Ha sido superada por los acontecimientos y por ella. Se convierte entonces en posteconomía. Lo que hace es dictar a la gente. Les dice lo que es posible lo que no. Les indica cómo vivir. Antes te decía: “No, no, deberíamos hacer esto por una serie de motivos racionales”. Ahora te dice: “Hay que hacer esto. ¿Por qué? Porque soy la posteconomía”. Es el paso de la ciencia social a la teología. Yo lo llamo la muerte de la economía.

En el libro la define como una dictadura teocrática. ¿Cuál sería el dios?

Ellos mismos. El problema es que un dios cristiano te putea pero luego al menos te deja ir al paraíso. Este te putea y ya. Luego solo hay muerte, no te ofrece ninguna redención. Esta teología es como un pastor de ovejas. Te marca los límites, acota la realidad, lo posible. A mí me llama la atención esa frase que utilizan muchos economistas y políticos: “Esto es inimaginable”. Es muy bestia esa palabra. ¿Cómo que inimaginable? Define muy bien a estos nuevos sacerdotes posteconómicos. Ellos determinan no solo lo que se puede vivir, sino ya lo que se puede imaginar. Por eso son sacerdotes, sobre todo porque no dan explicaciones. Simplemente debes hacerlo. Es igual que otra de las frases rectoras de la crisis: “Hay que hacer los deberes”. ¿Qué deberes? ¿Quién me los ha puesto? ¿Quién pone la nota? ¿Puedo copiar? “No no. Obedece y calla”.

Eso de arrimar el hombro.

Es el discurso propositivo. La barbaridad esta de reinventarse. “Si estás mal, la culpa no es del sistema, es tuya que estás mal adaptado”. Reinvéntate y adáptate mejor. Es el castigo del pensamiento positivo, justo lo contrario al pensamiento crítico. Yo no tengo que cambiar. El sistema es injusto, es él el que debe cambiar. Son todo formas teológicas, sin argumentos detrás. Has de arrimar el hombro, no criticar. “Con la que está cayendo y te pones a criticar en lugar de remar con los demás”. Son todo metáforas contra las que no puedes apelar. ¿Tengo que remar yo en las galeras? Allí todos remaban juntos y no era muy bueno... ¿Me van a pagar por remar? ¿Podré levantarme si no me gusta el lugar al que nos dirigimos?

Habla de “ellos”. Una expresión que se parece a esa de “los mercados”. ¿Quienes son ellos?

Juego un poco a eso. ¿Ellos? Son los malos. Como se niegan a definirse, yo hago lo mismo. El otro día leí, por ejemplo, una noticia que decía: “Los empresarios exigen a Hollande...” Pero, ¿quienes son? ¿Quién les ha dado autoridad? El hecho de que tengas la Renault no te debe dar autoridad para decidir el rumbo de una República. Ellos mismos se definen de forma nebulosa.

La soberanía ha pasado a ser económica y empresarial.

Es el capitalismo feudal. Pero siempre ha sido así. Los ricos son los que han hecho las leyes. Pero al menos antes hacían leyes. Gobernaban y tenían la decencia de hacer leyes. Ahora se las saltan, les da igual. Es un paso más del autoritarismo. No necesitan la carcasa de una democracia burguesa y parlamentaria. Ya ni siquiera necesitan el lobby sobre la política, ¡son los mismos políticos! El mito de la puerta giratoria: el político que se va de la política y luego asesora a Endesa, o el tipo de Lehman Brothers que ahora es ministro de Economía. La ficción del millonario en la sombra ha desaparecido. Ya tocan el poder. Se sienten tan poderosos que ya no necesitan ni esconderse tras formalidades democráticas. “Mandamos y ya. Obedece. Se acabó lo de poner partidos”.

En uno de los capítulos recuerda una frase de Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes de EEUU: “La fiesta se ha acabado” ¿Cómo será la resaca?

Lo peor es que ni nos han invitado a la fiesta. Yo no estuve en el yate, ¿por qué tengo que recoger los platos? “Vomito yo, limpias tú”. 

Pero Pelosi se refería a Lehman Brothers.

Sí, pero en el libro recuerdo también otra frase parecida, pero del lado contrario. De Isak Andic, el fundador de Mango: “Los derechos se han acabado. La fiesta se ha terminado y hay que pagarla”. Es obsceno hablar de la fiesta. ¡La gente está empezando a suicidarse!

Escribe sobre el manifiesto que firmaron en su día economistas de la Sorbona, que defendían que la economía debía centrarse en las personas y ya no lo hacía. Se puede relacionar con lo que ha sucedido aquí en España con las cajas de ahorros. ¿Cómo se puede traer a la economía de vuelta?



En la Sorbona lo llamaban la economía postautista. ¿Cómo traerla de vuelta? Metiéndole de nuevo moral a los actos económicos. Antes de la invención de la economía, había cosas que eran pecado, como la usura. Hay cosas que son inmorales. Pero ahora parece que cualquier cosa que dé beneficios deja de ser inmoral, porque el beneficio en sí mismo es un bien por encima de todo. Eso es lo que defiende el capitalismo. Hasta aquí hemos llegado. La manera más eficaz de traerla de vuelta es volver a meterle moral. Hay intercambios que no se pueden hacer, mercados que no pueden existir. Por ejemplo, no puede existir un mercado global sobre las materias primas. No digo regularlo, directamente no puede existir.

Pero, ¿quién será el que establezca esa moral?

Se trata de una moral natural. Es cierto que va un poco a contracorriente. Si ya el derecho a la vida se pasa por el forro, si ya cuando no tienes un papel de residencia puedes morirte en la calle... Imagínate moralizar las prácticas económicas. Hablo de una cierta moral natural. No se puede hacer algo que por un beneficio proporcione unos daños irreparables a terceros. No se puede matar a nadie para ganar dinero, es un asesinato. Hay que reeditar la idea de moral. Es lo que decía el manifiesto de la Sorbona y la llamada economía crítica: no puedes hacer economía sin historia, sin sociología. Y no se puede hacer economía sin ética.

¿Deberían los bancos hacer frente a una responsabilidad penal en el tema de los suicidios por desahucios?

La culpa penal la tienen ya antes del suicidio. Aunque sin leyes explícitas en ese sentido no sé qué se podrá hacer. Como decía antes, la usura había sido pecado hasta 1830. Pues que vuelva a ser pecado. No se puede exigir a una persona que no puede pagar su deuda, que haga frente a más deudas y además se le eche de casa para que esta pase a un banco malo. Es que además todo esto está en el artículo 47 de la Constitución: derecho a una vivienda digna. Si se cumpliera, no habría que tocar una coma en ningún sitio. Bastaría con que la Policía, en lugar de ir hacia dónde va, se diese la vuelta y fuera en la otra dirección. Es decir, en lugar de ir del banco a la casa, fuese de la casa al banquero. Pero no lo va a hacer ni se la espera. No sé como pueden dormir tranquilos después de los desahucios.

¿Se ha vivido realmente por encima de nuestras posibilidades?

Técnicamente no se puede vivir por encima de posibilidades que no tienes. Es una frase muy fea e insultante. Lo que pasó es que nos hicieron creer cosas que no eran verdad. “Nadie te obligó a coger aquella hipoteca”, insisten. Eso es mentira porque nadie me obligó tampoco a amputarme el pie. Fue el médico el que me lo dijo. Yo no reconozco al médico como un igual, sino como una autoridad. Yo fui al banco no a tratarlo como un igual, sino pensando que era una autoridad en la materia. Confié en su honestidad, en que trabajaban por mi bien, por el cliente. El fraude no es tuyo por haberte endeudado de más, es del banco por haberte mentido y engañado. Si hemos vivido por encima de lo que podíamos pagar ha sido porque alguien nos dijo que no pasaba nada. No es que haya una culpa colectiva. Luego vale, sí es verdad que surgió un poco eso de ver quién tenía el Audi más grande... Pero son derivados. Era el banco el que no debía dar créditos si no ibas a poder pagarlos. O decirle a aquella jubilada ciega de Galicia que no invirtiera en eso. Pero no lo hicieron. La culpa no es de ella, sino de la persona que engañó. Es como si un médico te quita un riñón y te dice que no pasa nada, que aún tienes otro. Es mala praxis y se le metería un puro. Todavía estoy esperando a que metan a alguien en la cárcel. Y no solo a un banquero, también a un bancario.

¿Pasará?

Igual de aquí a unos años meten a alguien en la cárcel si la cosa se caldea demasiado. Pero a toro pasado y solo para enfriar una posible agitación social.

Ha escrito el libro sin gráficos, datos. De hecho, dice que debe tomarse como una especulación. ¿El objetivo es despertar el pensamiento crítico?

La idea es rescatar la economía o el pensamiento económico de los economistas ortodoxos o postcapitalistas. Lo tienen todo cerrado en la oscuridad. A partir del dato, la gráfica, la palabra técnica o la metáfora interesada, han secuestrado la realidad económica. Solamente ellos la gestionan, la interpretan, la transmiten. La idea que tenía era la de no usar sus armas. Si uso gráficas estaría utilizando las armas del enemigo. Los gráficos los generan ellos y solo les interesan a ellos. Quería sustituirlos por un lenguaje cómico y metáforas nuevas.

¿Hace falta más humor para sobrellevar esto?

Yo siempre que alguien en una discusión dice eso de “venga, seamos serios”, cojo y me voy. Si un argumento aguanta la broma es que no es válido. Como el lenguaje económico siempre es serio quiere decir que es falso. Si no se puede someter al humor es que se vende mal. Si alguien no puede explicar algo de forma que lo entiendas, es que no es verdad. Todas las verdades se pueden explicar de forma comprensible. Lo del humor es precisamente porque es lo contrario que se espera de los economistas. Y también un poco por recuperar la temática económica para el cachondeo. Hay que darse cuenta de que la economía también es nuestra.

Cito un fragmento de su libro: “Como Norma Desmond, una vieja gloria del cine mudo que fue desplazada por el sonoro, la economía ha empezado a delirar: crea modelos matemáticos cada vez menos realistas, imagina sistemas que nunca podrán aplicarse y se ensimisma hablando un extraño lenguaje que ni siquiera entre sus lunáticos fans es ya comprensible”. ¿Cuál es ahora el cine sonoro?

Esta posteconomía chillona. Todo es un show casi futbolístico. Parece que estemos escuchando Carrusel Deportivo: sube la prima, baja la prima... En el fondo se trata de intoxicar mediante superabundancia de mensajes.

“Hay un proyecto, quizá inconsciente, de manufacturar ciudadanos que no sean malos, pero sí tontos”. Un fragmento de una columna de Eduardo Mendoza que retoma en el libro.

Exacto, que sean sabios pero tontos. Miguel Brieva -ilustra la portada del libro- decía que cada vez le dan más espacio en los telediarios al tiempo. Pero es que hasta la información económica es meteorológica: la que está cayendo, las oleadas... E insisto, también tiene que ver con la información futbolística: a veces se gana, a veces se pierde, mal resultado, una prima que se puede remontar... Hay una mezcla perversa del lenguaje y de los mensajes. Se analiza absolutamente todo para que nada sea importante. Además está la educación en el entretenimiento. Hemos llegado al punto de ver un temporal, cambiar, ver la prima, cambiar, ver el fútbol, cambiar... Todo son colorines.

¿Y ahora mismo el mapa es solo de borrascas?

Sí, pero es que podemos ver un mapa del tiempo casi como si fuera la bolsa pero sin trascendencia. Son colorines, datos.

¿Vendrá algún anticiclón?

Tendría que llegar en forma de resistencia. Siempre ha habido ricos, pero es que siempre ha habido también resistencia a esos ricos. Y algunas muy poderosas y constantes. El movimiento obrero. Aparecía una realidad, aparecía una resistencia. Lo que ahora me da miedo es que la nueva realidad, infinitamente más opresiva, no ha generado una resistencia en proporción, sino una aún débil y un poco despistada.

¿Despistada?

Nos han despistado, mareado.

¿Nos hemos dejado despistar?

Hemos dejado que todo fuera banal. Antes de la crisis, si ibas a un bar y hablabas con alguien de política te echaban.

Pero eso sí ha cambiado.

Ojalá no sea solo una cuestión de trendy y que se haga solo porque ahora se lleva la política. Quiero decir que se había banalizado todo tanto que tu propia vida no tenía un sentido por sí misma, sino según la tendencia del momento. No había una preocupación real. Nos habían dicho que todo iría bien. No se puede culpar a la gente de que le han robado la educación, pero sí de no haber sabido transmitir los valores de la cultura de la resistencia, de desconfianza al poderoso. Llegó un momento en que el rico era el bueno.

En España está eso de la Cultura de la Transición (CT).

El término lo inventó Guillem Martínez, un amiguete. Es una idea muy chula. Después de la Guerra Civil se dijo: “Bueno, anulemos la política y disfrutemos, que venimos de una guerra”. ¿Para qué vas a pensar en justicia social si puedes comprarte un Audi? Entonces parecía razonable. ¿Voy a dedicarme al estudiar el marxismo si puedo estar en La Manga del Mar Menor? Lo peor es que les funcionó. Se instaló la exaltación del consenso, que parecía bueno pero significó el exilio absoluto del disenso. Si todos estaban de acuerdo más o menos en una cosa, como la cultura del consenso era tan extensa, se hacía. Ahora nos hace falta gente que diga que no, que disienta, que no pase.

¿Hay que ser intolerante a veces?

No debes tolerar que contigo hagan cosas que no deben. Si todo es consenso, falta disenso. Volvemos al pensamiento crítico. Y en España claro, como las ideologías trajeron la guerra, pues vamos a pasar de ellas.

¿Falta educación económica?

Más bien política. Yo vivo en un barrio en Sant Andreu que era muy obrero. Había un montón de ateneos obreros entonces para la autoeducación obrera. Lo que falta ahora es justamente eso: educación política y social. Eso que llamaban afectos, sentir que uno pertenece a una comunidad política. Esa es la cultura que falta también. Tú no eres Gandía Shore o Jersey Shore, eres el crío de un currante. Solo asumiendo eso nace la solidaridad entre asalariados, entre explotados, los verdaderos valores. La educación económica ya vendrá después. Al fin y al cabo, la economía consiste en que no te roben. Con eso ya vale.

Pero eso determina la existencia de un problema sistémico, que hay alguien que quiere robar.

Pero al menos así generas una resistencia. Te alías, creas un sindicato.
Termina el libro al grito de “a-anti-anticapitalista”. ¿Qué sistema deberíamos tener que no fuese el capitalismo?

Justamente ese, el anticapitalismo. Caemos mucho en el error de pensar ya en otro sistema. Yo no quiero proponer otro sistema. Cuando te están pisando el cuello, lo que quieres es que te dejen de pisar el cuello. El problema es que todo lo anti está mal visto. “Has de ser pro”. Volvemos de nuevo a lo del disenso. Yo disiento del sistema y no tengo por qué proponer otra cosa, simplemente quiero que me dejen de pisar el cuello. Y luego ya hablaremos. En el libro pongo los ejemplos del antinazismo y del antiesclavismo. Cuando Europa estaba ocupada por los nazis a nadie se le ocurría preguntar qué otra cosa proponíamos en lugar de los nazis. No, había que acabar con el nazismo. Igual con el esclavismo. En algunos países, España por ejemplo, el esclavismo representaba el 50% del Producto Interior Bruto (PIB). ¿Te imaginas que alguien dijese ahora que no podemos poner fin a un sistema que representa la mitad del PIB? Entonces también se dijo que sería una ruina, pero había que eliminarlo. Luego ya encontraremos otras maneras de producir. Lo que pido es que el anticapitalismo no se reduzca al perro, a la flauta y a la rasta. Un señor de derechas y de misa diaria debería ser un anticapitalista. Lo mismo un liberal. Hasta un católico.

En la acampada del 15M había un cartel desde el principio que decía: “No somos antisistema, el sistema es antinosotros”.

Es que la revolución la están haciendo ellos. Ellos son los revolucionarios. Ellos han roto las reglas. Ellos se han cargado la democracia. Se han sentido fuertes. Ellos son la revolución, nosotros los reaccionarios. Estética e intuitivamente es raro porque todos creemos que la revolución ha de venir siempre del pueblo, pero ahora estamos viviendo la revolución de los ricos. Tienen el lenguaje, la épica y el entusiasmo de la revolución. Por eso son tan rápidos y tan fuertes. Se sienten revolución. Si ves declaraciones de brokers parece que viven en la Revolución Francesa. Sienten que están creando un mundo nuevo. Nos ha costado mucho entender ese paisaje. Antes pensábamos que era el obrero el que debía quitarle el Mercedes Benz al rico. Pues ahora resulta que el rico se baja de su Mercedes Benz, te roba el Opel Corsa y se va con los dos. Nunca pensamos que pasaría.

¿Qué mas debe pasar para que que se produzca el verdadero estallido social?

El escritor Montero Glez decía que solo había dos soluciones: huelga general o huelga general revolucionaria. ¿Qué tiene que pasar? Yo estoy ahora con el viejo adagio comunista de cuanto peor, mejor.

Pero, ¿qué sería peor que lo que ya hay?

No, no que estemos peor nosotros, sino que debemos crear un clima de empeoramiento, de tensión. Hay que romper algo. Es lo de la CT, como la mierda del consenso no te deja plantarte, hay que ser radical. Ahora es que llaman radical a un tío que se sienta y no se deja coger por un policía. Incluso va a ser delito. Si no hay cierto, y entiéndaseme bien, temor por parte de los dominantes, nunca aflojarán su dominio. Con temor me refiero a que deben temer por algo. No digo secuestrar a sus hijos... Porque básicamente no hay pisos para guardarlos [bromea]. Debemos hacer algo para que sientan que no va a ser fácil. Amenazarles con algo. Puede ser una huelga de consumo o hasta una desobediencia a ver la televisión. Pero que sientan que pueden perder algo en esta lucha.

¿Puede ser que la gente aún no salga a la calle por temor?

Es muy normal. ¿Estás tú dispuesto a chuparte unos meses de cárcel? ¿O a pagar una multa de 6000 euros? ¿Y yo? ¿Estoy dispuesto a hacerlo? Todos los movimientos revolucionarios han triunfado después de que miles de personas pasaran por la cárcel. Estaban dispuestos a ello. O a que les multaran, que les expulsaran de sus facultades.

A morir, incluso.

Mejor no ponerse dramáticos, pero sí, incluso dispuestos a morir. Se supone que en este siglo no pasará algo así. Pero sí pueden perder su trabajo. No hay que ir muy lejos ni ser tan heroico. Hace poco leí un artículo que analizaba cómo podíamos compaginar nuestra militancia con nuestro horario normal. El rollo ese de que las manifestaciones sean después de nuestros compromisos de gimnasio. No es culpa de nadie, es un clima normal, pero hay que resistir, sobrevivir. Y tenemos que empezar a pensar hasta dónde somos capaces de llegar para ello. Ver si estamos dispuestos a asumir autoinculpaciones, cajas de resistencia.

El otro día ya se dijo que habría una caja de resistencia para pagar las multas.

Es lo que hay que hacer. Y nos pegarán. Pero intentaremos que nos peguen por el lado en el que no está el hígado. O llevaremos cascos. No podemos decir eso de si nos pegan, no vamos. O si nos ponen multas, tampoco. Hay que entender que la exposición ha de ser física y personal porque eso acojona al que manda. Si tú no tienes miedo, ellos no tienen poder.

¿La reacción ha de ser pacífica o debe contener violencia?

Es que ellos ya consideran que un simple estornudo es violencia. Si lo que ellos llaman violento lo es, entonces sí hay que ser violento. ¡Mover una valla es radical y violento! Lo que sí es verdad es que una buena resistencia debe quebrar las leyes, ser ilegal. Debe acarrear exposición de vida y hacienda, que decían antiguamente.

¿Acabarán las cosas bien?

A largo plazo estaremos todos muertos, decía Keynes. Pero sí depende de nosotros, de la resistencia ahora. Todo lo que hemos perdido no lo vamos a recuperar tan fácilmente. La idea de que cuando pase la crisis, la sanidad volverá a ser pública... Olvidémoslo. Ni la educación será como antes. Ni siquiera habrá una socialdemocracia potente para hacerlo.

¿Habrá que rehacer el camino andado?

Es la historia de la lucha obrera. Idas, venidas, victorias, derrotas.

La lucha de clases.

Pero a saco. Militancia a tope. Lo que pasa es que ahora las clases son diferentes, ya no podemos hablar de burguesía y proletariado. Ahora el proletariado somos casi todos. Y la burguesía ya no es intermedia, son poderes muy complejos, el Estado mismo. Pero hay lucha de clases claro. En el libro recuerdo aquello que dijo el multimillonario Warren Buffett: “Claro que hay lucha de clases, la empezamos nosotros y vamos ganando”. Pues es verdad, ellos han empezado ahora. Y sí, van ganando.


lunes, 29 de octubre de 2012

Salvados "desobedientes"

Una semana más Jordi Évole da la campanada. Este espacio deddicado a la desobediencia civil, repasa opiniones y supuestos, actos concretos y actitudes ante una avalancha de medidas gubernamentales destinadas a la destrucción masiva de las condiciones de vida conocidas para el "ciudadano de a pie", por más que se diga lo contrario.
Los primeros argumentos son de un "yayoflauta" que se niega a pagar las recetas. Luego Ignacio Ramonet ofrece unas ideas demoledoras tales como: "vemos como se están construyendo democracias autoritarias" "desobedecer forma parte hacer la democracia más participativa" "hasta que no tomemos todos conciencia de que la crisis será para siempre, que no es algo transitorio, la desobediencia civil no será mayoritaria"


El  particular caso Irlandés y sus negativa a pagar un impuesto duplicado

El caso de gentes que se atreven a decir abiertamente NO
  

Y Pedro Núñez Morgades, a por uvas, como suele ser normal en la casta política. Es capaz de llamar al blanco al negro y acto seguido al mismo negro, blanco. Viva el cinismo de cuna.

Tras hacerse, dicho vulgarmente "la picha un lío", dejamos a Morgades y  pasamos al juez Santiago Vidal, quien tiene las cosas bastante más claras y responde a principios de mayor calado ético y humano.

jueves, 25 de octubre de 2012

JOSE MARÍA GAY, país de chorizos

Ponencia de José Maria Gay de Liébana (Economista, Profesor Titular en Universidad Barcelona, Doctor en Economía Financiera y Contabilidad y Administración de Empresas y Doctor en Derecho). Mesa de debate de las XIX Jornadas Tributarias de la Comunidad Valenciana. 28 de Septiembre de 2012. Centro de Congresos 'Ciutat d'Elx' (Elche, Alicante).



fragmento de la misma

Salvados 20/05/2012 - ¿Al filo del rescate? - José María Gay de Liébana

Chicho Sánchez Ferlosio. In memoriam

Mientras el cuerpo aguante (1982) es un documental de Fernando Trueba sobre la vida del cantautor y filósofo Chicho Sánchez Ferlosio. Un acercamiento a su modo de vida bohemio, con canciones y conversaciones, las vivencias de un creador vital, sincero y humano.



Nací en 1940. En el colegio nunca aprobé a la primera y repetí sexto curso. En 1960 me casé. En 1961 estuve preso por primera vez por una blasfemia que encima no fue verdad. En 1962 me enrolaron en un importante grupo de gente armada, cuyos jefes me obligaron a cruzar el estrecho, me llevaron al Sahara y me impusieron sus métodos y objetivos durante más de un año, hasta que por fin me licencié como mis compañeros con mi Cartilla Militar. 
En 1964 murió ahogado mi primer hijo: iba para cuatro años. En 1966 nació mi segundo hijo y murió mi padre, a causa sobre todo del tabaco; tengo el buen recuerdo de que se reconcilió con todos moviendo la cabeza cuando ya no podía hablar. En 1968 nació mi única hija. Acabábamos de volver mi mujer y yo del mayo francés, donde pienso que hubo menos imaginación de lo que se dijo después. En 1970 fuimos los cuatro a la India en furgoneta, cinco meses viajando: aún no comprendo cómo salvamos la piel, con la inconsciencia que llevábamos. En 1973 nos separamos Ana (mi mujer) y yo, por causa mía en un 90 por 100 (ignorancia, egocentrismo, incomprensión). 
En 1975 nació mi hijo Pablo, que sobre todo por errores y negligencias de al menos tres médicos quedó con parálisis cerebral: ahora lee, escribe y se desenvuelve bastante bien. En 1977 murió mi hija de resultas de una caída de caballo. 
He cultivado algo de matemáticas (teoría de números, topología), lingüística (fonética a través de las sílabas), canto y poesía; trabajando de corrector de imprenta, de estilo, traductor, redactor publicitario, conserje de hotel (nocturno), camarero; y he descubierto unos cuantos juegos matemático-visuales y magnéticos. He pertenecido al PCE, FLP y PCE (m-l): el mejor fue el segundo (que ya no existe) porque tenía en cuenta la naturaleza humana o, si lo prefieren, el estado de nervios que atravesamos, y no para utilizarlo pragmáticamente, sino para profundizar en él y modificarlo en lo necesario sin violentarlo. Me gustaría ser periodista (aunque por ahora me cuesta mucho escribir en prosa) o figurante de cualquier obra puramente de ficción, aunque me he divertido y aprendido mucho durante el rodaje de la película que motiva estas líneas. 
De la película ya hecha no quiero decir nada a quien no la haya visto aún, no por nada, sino porque cuando yo voy al cine no me gusta que me anticipen nada y creo que a muchos les ocurre lo mismo, pero intentaré contestar a las objeciones o comentarios que se hagan pues puse los cinco sentidos y no puedo decir que me forzaran en ninguna dirección, así que soy uno de los principales responsables del resultado. Tampoco voy a decir, si no gusta: claro, se hizo tan deprisa y con tan pocos medios ya que a todos los del equipo nos parecieron suficientes, y además, dentro de lo que cabe, se trajo de Francia a Bernard Orthion para el sonido, se rodó con dos cámaras todo el rato, hubo raíles, focos, variadores de velocidad, mariscos, etc., y venir toda esta agente con los coches y el material en el barco, más luego montar una cosa tan polimorfa e hincharla a treinta y cinco. Desde luego, me llevaré una sorpresa si ciertas partes de la película no convencen, pero desgraciadamente esas sorpresas existen, y bien lo saben mis huesos, que mi primer disco me parecía bastante aceptable y poco a poco fui viendo fallos hasta convencerme de que sólo se salvaban dos o tres canciones. 
Me tranquiliza el ver que no se puede comparar el ambiente pulcramente falseado y falsamente experto de la mayoría de las discográficas con el buen sentido, la claridad y la afición del equipo de Opera Films. Y otra cosa: todos los tratos fueron de palabra previamente al trabajo y, meses después, cuando hubo que hacer un contrato por cierto, este reflejaba exactamente lo que se había hablado. Esto, por desgracia, es muy poco frecuente en nuestros días. Por lo menos yo no estaba acostumbrado a ello; aunque comprendí desde el principio que iba a ser así. 
 Chicho Sánchez Ferlosio (8 de abril de 1940 - 1 de junio del 2003)


miércoles, 24 de octubre de 2012

Chicho Sánchez Ferlosio, a contramuerte

POETA, ANARQUISTA, CANTANTE, FILÓSOFO
Rafel Vetusto - Diagonal
Chicho abandonó pronto la canción protesta para desarrollar un repertorio insólito. Estuvo en pie mientras su cuerpo aguantó y construyó una biografía hecha de tabaco, amistad, ironía y compromiso. ¿Es posible mantener la fascinación por lo que nos rodea, la mirada limpia de la infancia, que dicen, la capacidad de asombrarse por lo cotidiano?¿Profundizar al mismo tiempo en las herramientas –la lógica, el lenguaje– que nos permitan adentrarnos más y mejor en lo desconocido, convertir la vida en un juego infinito que se renueve a cada instante porque todos estén llenos de sentido?
Cuestiones de este tipo se nos plantean al asomarnos a la fascinante personalidad de José Antonio Julio Onésimo –Chicho– Sánchez Ferlosio .
Recordamos aquí al hacedor y tañedor de canciones cargadas de razón y sensibilidad, al artista insobornable que jamás se mostró sumiso al espectáculo. Muy pronto alejado de la cansina figura del ‘cantautor’, Chicho se interesó más por la interpretación que por la autoría.
Adaptó canciones ajenas y tradicionales que hizo propias a la vez que anónimas. Cultivó todos los palos, todos los ritmos y estilos. Por influencia de su familia materna se aficionó a cantar en italiano y durante sus tiempos de estudiante en Salamanca conoció los aires sudamericanos que junto a la música tradicional española forman el sustrato musical sobre el que construyó sus canciones.
Compuso decenas memorables y memorizables que nunca mostró interés en grabar, pero que interpretaron todo tipo de artistas. Quilapayún, Víctor Jara, Joan Baez, Soledad Bravo o Rolando Alarcón las difundieron por el mundo.
Y sobre todo las cantó y las canta la gente sin saber quién las escribió, hecho que representa la mayor gloria a la que puede aspirar un poeta. Chicho Sánchez Ferlosio nació el 8 de abril de 1940 en Madrid, y falleció en la misma ciudad el 1 de julio de 2003. En un texto que redactó para acompañar el estreno de Mientras el cuerpo aguante, tal vez porque en la película no se hacían muchas referencias a su propia vida, escribió: “Sobre Chicho Sánchez: Nací en 1940. En el colegio nunca aprobé a la primera y repetí sexto curso. En 1960 me casé. En 1961 estuve preso por primera vez por una blasfemia que encima no fue verdad. En 1962 me enrolaron en un importante grupo de gente armada, cuyos jefes me obligaron a cruzar el estrecho, me llevaron al Sáhara y me impusieron sus métodos y objetivos durante más de un año, hasta que por fin me licencié como mis compañeros con mi cartilla militar.
En 1964 murió ahogado mi primer hijo: iba para cuatro años. En 1966 nació mi segundo hijo y murió mi padre, a causa sobre todo del tabaco; tengo el buen recuerdo de que se reconcilió con todos moviendo la cabeza cuando ya no podía hablar.
En 1968 nació mi única hija. Acabábamos de volver mi mujer y yo del mayo francés, donde pienso que hubo menos imaginación de lo que se dijo después. En 1970 fuimos los cuatro a la India en furgoneta, cinco meses viajando: aún no comprendo cómo salvamos la piel, con la inconsciencia que llevábamos. En 1973 nos separamos Ana (mi mujer) y yo, por causa mía en un 90 por 100 (ignorancia, egocentrismo, incomprensión).
En 1975 nació mi hijo Pablo, que sobre todo por errores y negligencias de al menos tres médicos quedó con parálisis cerebral: ahora lee, escribe y se desenvuelve bastante bien. En 1977 murió mi hija de resultas de una caída de caballo. He cultivado algo de matemáticas (teoría de números, topología), lingüística (fonética a través de las sílabas), canto y poesía; trabajado de corrector de imprenta, de estilo, traductor, redactor publicitario, conserje de hotel (nocturno), camarero; y he descubierto unos cuantos juegos matemático-visuales y magnéticos. He pertenecido al PCE, FLP yPCE (m-l): el mejor fue el segundo (que ya no existe) porque tenía en cuenta la naturaleza humana o, si lo prefieren, el estado de nervios que atravesamos, y no para utilizarlo pragmáticamente, sino para profundizar en él y modificarlo en lo necesario sin violentarlo”.
Con el paso del tiempo, disconforme con el autoritarismo burocrático de los partidos comunistas, Chicho fue acercándose al anarquismo, siempre a su manera heterodoxa.
Su colaboración en la película Buenaventura Durruti, anarquista, de Jean-Louis Comolli y Els Joglars, representa la culminación de este acercamiento. El magistral cancionero de Durruti (una lástima que no se llegase a grabar en condiciones), pero también la presencia imponente de Chicho, dotan de vida al documental.
Los amigos de Chicho acaban de publicar un libro, De Chicho Sánchez Ferlosio. Canciones, poemas y otros textos (Hiperión), que recoge la dispersa lírica ferlosiana. Con expectación se aguarda la inminente edición de material audiovisual inédito.
Así quiero seguir, en mi
forma incompleta,
un oscuro cantor
y aprendiz de poeta,
Perogrullo inventor,
Perogrullo profeta,
filósofo irreal a quien
nadie respeta.
¿Para qué definir a quien no se define? A fuerza de no ser, no he sido ni en el cine. Pero al poder del mundo no esperéis que me incline mientras el cuerpo aguante y el cuento no termine.
::Fuente: Rafael Vetusto - Diagonal

domingo, 21 de octubre de 2012

Pensamiento basura: modo de empleo


Máximo Pradera

Pensamiento basura: modo de empleo



Mi abuelo, Rafael Sánchez Mazas, fue uno de los cofundadores de la Falange. No es para sentirse orgulloso, aunque me apresuro a añadir que al menos salvó al poeta Miguel Hernández de morir fusilado (intercedió ante Franco para lograrlo) e inspiró a Javier Cercas una novela que proporcionó placer a cientos de miles de lectores, al tiempo que le convertía a él en millonario: Soldados de Salamina.
Mi ancestros falangistas (otro abuelo mío, Juan José Pradera, fue vicesecretario general del Movimiento) hacen que una fuerza misteriosa e irresistible me lleve de vez en cuando a curiosear en los escritos de José Antonio Primo de Rivera, un personaje que considero aborrecible en muchos aspectos. Y sin embargo, no me puedo sustraer a la llamada de su pensamiento, casi como en un acto de sonanbulismo ideológico. Si me hallo, por ejemplo, viendo la televisión o escuchando la radio, de pronto, sin saber por qué, me soprendo a mí mismo desplazándome hasta el ordenador, a leer en internet frases y reflexiones del fundador de la Falange. Frases con las que (¿es necesario insistir en ello?) no sólo suelo estar en desacuerdo, sino que me producen auténtica vergüenza ajena: ¿qué demonios quiere decir, por ejemplo, que "España es una unidad de destino en lo universal"? Sin embargo, el otro día, durante uno de estos ataques de filofalangismo espontáneo, encontré un pensamiento joseantoniano que me pareció brillante en el fondo, y eficazmente expuesto en la forma, que suscribo al cien por cien.
Para adueñarse de la voluntad de las masas hay que poner en circulación ideas muy toscas y asequibles; porque las ideas difíciles no llegan a la muchedumbre; y como entonces va a ocurrir que los hombres mejor dotados no van a tener ganas de irse por las calles estrechando la mano del honrado elector y diciéndole majaderías, acabarán por triunfar aquellos a quienes las majaderías les salen como cosa natural y peculiar. (Conferencia pronunciada en el Círculo Mercantil de Madrid, el 9 de abril de 1935)
No sé en quien estaba pensando exactamente José Antonio cuando pronunció estas palabras, probablemente en todos y cada uno de los políticos de la época, pues es bien sabido que despreciaba en igual medida a radicales y cedistas, a socialistas y anarquistas. Primo de Rivera Jr. opinaba que la oratoria muchas veces hueca y oportunista del Parlamento había que sustituirla por "la dialéctica de los puños y las pistolas". José Antonio era un golpista nato (de casta le venía al galgo) que no pudo ver consumado el sueño de una España sin partidos, porque lo fusilaron nada más comenzar la guerra. Pero antes de irse al otro mundo, dejó perfectamente definidas dos cosas: a) el mundo de la política, habitado al noventa por ciento por seres tan mediocres y cortoplacistas como necesarios e insustituibles (alguien se tiene que ocupar de la cosa pública) y b) el "pensamiento basura", que se parece al bono basura de la economía financiera en que ambos son productos de gran riesgo, pero capaces de proporcionar dividendos muchos más suculentos que otras alternativas más sólidas y confiables.
El primero que se dio cuenta de la importancia de poner en circulación pensamientos basura, para manipular a las masas y poder sastifacer de ese modo intereses espúreos y partidistas, fue el Premio Nobel de Economía y gurú indiscutible de la "internacional derechista", Milton Friedman. A diferencia de lo que le ocurría a José Antonio, que sentía una natural aversión a las ideas simplificadoras y mentirosas y prefería decantarse por la violencia para imponer a los demás su concepción del mundo, Friedman dejó escrito lo siguiente:
"Cuando las crisis tienen lugar, las acciones que se llevan a cabo dependen de las ideas que flotan en el ambiente. Creo que esa ha de ser nuestra función básica: desarrollar alternativas a las políticas existentes, para mantenerlas vivas y activas hasta que lo políticamente imposible se vuelve políticamente inevitable".
Milton Friedman es pues el inventor de los "think tanks", que no son otra cosa que laboratorios de ideas pestilentes, pero con gran potencial para ser asimiladas, en tiempos de crisis, por la masa ignorante de la que hablaba José Antonio.
Yo, que soy alérgico al polen y sufro en primavera los estragos de sus traicioneras partículas, imagino esas ideas basura, a las que alude Friedman, como esporas de pensamiento dañino que, en tiempos de bonanza, flotan en el ambiente en estado de latencia, para liberar su contenido tóxico sólo cuando llegan las vacas flacas y el miedo se apodera del cuerpo y el alma de los votantes con poco criterio.
La derecha española ha utilizado siempre en España, de manera muy habilidosa, las técnicas de manipulación de Friedman, y a través de boticas hediondas, subvencionadas por el contribuyente, como la Fundación FAES, se ha dedicado, durante años, a fabricar y esparcir luego por el éter, decenas de conceptos aparentemente irreprochables desde el punto de vista analítico y enormememente atractivos, por su brevedad y contundencia, para el votante atolondrado y/o aterrorizado, que necesita asimilar con rapidez algún tipo de ansiolítico mental que rebaje su nivel de pánico. Como dice Friedman en su brillante postulado, cuando llega la crisis, la masa en estado de shock toma decisiones (sin darse cuenta apenas, porque las esporas de pensamiento basura han penetrado de manera espontánea y subrepticia en sus cerebros) en base a las ideas que alguien, en este caso el PP, ha hecho flotar previamente en el ambiente. No me canso de aconsejar a los dirigentes de la izquierda española, cada vez que se me ponen a tiro, que su deber como políticos no es sólo el de proponer a los electores alternativas razonables de gobierno, sino también el de localizar y desmontar, cual artificieros Tedax, las bombas trampa de pensamiento basura puestas en circulación por sus contrincantes, antes de que les puedan estallar en la cara cuando se acerca el periodo electoral y llega el tiempo de adoptar decisiones.
La prueba de que las esporas de pensamiento basura puestas en circulación por FAES en los últimos años han cumplido perfectamente con su cometido, causando destrozos irreparables en la mentes de los votantes incautos, y en las huestes de la ahora ridículamente autodenominada "oposición responsable"; la prueba de su eficacia, digo, es que el PP ha logrado obtener mayoría absoluta en las últimas elecciones generales presentando como candidato al líder más titubeante y gris de la democracia, que defendía un programa mentiroso e irrealizable y se presentó a los comicios arropado por un equipo de gobierno que no valdría ni para regir los destinos de la comunidad de vecinos de Aquí no hay quien viva.
Nada de eso importaba demasiado porque el trabajo de persuasión lo había hecho por sí mismo el propio votante indeciso, al incorporar a su ideario y dar por buenos los deleznables conceptos que el PP había estado esparciendo durante meses.
Algunos ejemplos de pensamiento basura puestos en circulación por la derecha en los últimos años son los siguientes:
  • La crisis es un problema de crédito y como los banqueros son de derechas, si gobierna la derecha confiarán otra vez en la economía y volverá a circular el dinero.
  • El PP ya consiguió sacar de la crisis a España en 1996 y es el único capaz de repetir la hazaña en 2011.
  • Las desigualdades sociales son un factor dinamizador de la sociedad. Si todos tuviéramos de todo, nadie haría el mínimo esfuerzo por mejorar y la economía no se movería.
  • El problema de España con Al Qaeda empezó con la invasión de los moros y la reconquista.
Como vemos, se trata de ese tipo de ideas toscas y asequibles que llegó a denunciar José Antonio en sus escritos. Si uno tiene tiempo y paciencia para animarse a cuestionarlas, se caen por su propio peso.
La primera de ellas, por ejemplo, era inmediatamente desmontable si uno reparaba en el hecho de que en países gobernados por la derecha, como Italia o la misma Grecia, la falta de crédito ahoga a pymes y particulares tanto como en España.
Para rechazar la segunda idea (dejo al lector la labor de desmontaje de las otras dos) bastaba hacer el esfuerzo de informarse de qué era lo que había disparado, a un ritmo inalcanzable para otros países de la UE, la tasa de crecimiento económico en tiempos de Aznar: el PP estaba utilizando el ladrillo como anabolizante de la economía, de manera que los espectaculares músculos de nuestro producto interior bruto -que recordaban el cuerpo vigoréxico y alienígena del Aznar del último mandato- eran fruto de la administración de esteroides asesinos y no de una planificación económica inteligente y basada en la cultura del esfuerzo. El PP nos había puesto "cachas" a base de inyectarnos productos altamente perjudiciales para la salud, (que luego, y con la misma irresponsabilidad, siguió empleando el PSOE) y que ahora nos han condenado a una parálisis cerebral de pronóstico reservado. Porque si no es un ictus mental generalizado lo que padece España ¿cómo explicar que más de once millones de ciudadanos hayan vuelto a depositar su confianza en el mismo cártel de irresponsables y estafadores que ha estado esquilmando nuestro país durante años, para enriquecimiento propio y de su camarilla de amigos y familiares?

 tomado de : http://www.huffingtonpost.es/maximo-pradera/pensamiento-basura-modo-d_1_b_1985494.html?utm_hp_ref=spain


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