El Parlamento Europeo aprueba mejorar el reciclaje de aparatos electrónicos
Solo el 22% de la chatarra electrónica se recicla
BASURA, BASURA, BASURA. Hace unos días una gran superficie comercial (gran emisora de objetos de deseo obsolescentes, con los que acallamos nuestra frustración moderna) dice dar un ticket regalo a cambio de móviles viejos. Esto anunciado con la palabra vendedora perfecta que siempre da buena imagen: "Reciclamos".
La oferta parece excelente. Eliminas un trasto inservible, es reciclado (con todas las ventajas que eso pueda tener para el 1/2 medio ambiente) y además consigues unas pelillas para satisfacerte el gusto.
Pero las cosas cuando llegas allí son bien distintas. De comienzo te han seducido para que entres en sus dominios luminosos (algo seguro que cae, algo seguro "necesitas") y de final sólo recogen los móviles de menos de dos años y en estado "aceptable". ¿Entonces? ¿Dónde está el reciclaje?
Claro, inmediatamente después preguntas y el uniformado dependiente te sugiere (muy adoctrinado) que sólo les sirven los que puedan estar en uso para precisamente volverlos a poner en circulación en países, digamos, menos ricos, es decir, volver a reciclar ganancias con más ganancias a costa de gente con recursos ínfimos.
La perversidad del sistema es atroz, ya que el destino de ese material recuperado con publicidad engañosa, está finalmente dedicado a esclavizar más aun a pueblos que apenas tienen para cubrir sus necesidades más básicas. Les trasladamos un modelo dependiente (la esclavitud moderna) que será dominado por el sector que más poder tenga en cada país. Si sus preocupaciones antes se basaban eran alimentarse y vivir (como nos interesa a los del Norte que así sea), ahora tienen que preocuparse por costearse un aparato (usado) con el que "imitarnos". Si algo les queda a esos pueblos es aun un ápice de digna libertad, que sin duda estamos dispuestos a mermar a costa de las superiores "bondades" de nuestro sistema. Con el tiempo les irán mandando otros grilletes como la Visa, las Hipotecas y demás.
Les esquilmamos sus tierras sacando las materias primas con las que nos fabricamos toda la parafernalia eléctrica y electrónica y cuando están obsoletas (es decir en breve tiempo) se las revendemos y les adjuntamos el resto de basura con la que nosotros no nos queremos manchar las manos. Que la separen o la acumulen, que la tapen bajo tierra o la quemen, lo que sea con tal de que nosotros no veamos sucios nuestros ombligos occidentales. Reciclamos ensuciando y la cadena crece y crece y crece. Hacemos basura, trasladamos basura y generamos futura basura.
¡¡Viva el reciclaje!!
Muy cierto, aun queriendo hacerlo bien, el sistema no nos deja.
ResponderEliminarmuy cierto,
ResponderEliminartal vez sea mejor aguantar el movil lo más posible, y usarlo lo menos posible, dia a dia.
Desde luego que el reciclaje parece ser a toodas luces un engaño más del sistema consumista-capitalista.monetario.
salud vos!