El cuento LIBIO

Libia resuelve la lucha armada inducida por Occidente. Las frases de los mandatarios de la OTAN hablan de la "nueva Libia", de las "decisiones necesarias", de la "democracia para todos", etc. Antes se sabía con claridad quién cortaba el bacalao en el país norteafricano, ese a quien nuestros medios de comunicación definen, sin espacio a la réplica o a contrastar los datos oficiales dictados por las agencias de noticias, como dictador opresor de su pueblo (hay muchas voces de Europeos que vivían allí, que disienten rotundamente con esta información). Y ahora, tras un tiempo de aclarado, almidonado, secado y planchado, el pueblo Libio estará intervenido, sométido y controlado por otras fuerzas, esta vez ocultas, con poderes absolutistas, firmas sin nombre y sicarios económicos que se van a llevar, by the face, sus riquezas, mientras el pueblo esté ébrio de no se qué democracia que Occidente les quiere calzar a cualquier precio. Libia se llenará de CocaColas, Nikes, McDonalds, IPhones, WallMarkts y todos serán estúpidamente felices y esclavos de su cáncer de la necesidad. La conocida como comunidad internacional, incluida la dócil ONU, se frota las manos y pronto soltará a sus perros industrializados para comenzar la cosecha antes de que se repose la polvareda. En breve comenzarán otras acciones de limpieza (a presión) en esos país que aun están fuera del control occidental.
El cuento se repite y nos parece una novedad.
DG