Las formas de hacernos presentes, a la parte de la sociedad ajena al conflicto educativo que sufren los alumnos y los docentes de secundaria de la Comunidad de Madrid, adoptan nuevas formas simbólicas. Más allá del simple grito, de la huelga y la concentración, se están buscando otras dinámicas con las que ganarse unos segundos en los medios de comunicación, ya que si no estamos en ellos, tristemente no existimos.
El pulso se mantiene a la par que la indiferencia despótica de quienes han sembrado el caos y el desorden, desde la premeditación ignorante de los despachos de la consejería de educación, en un sistema formativo que con sus rémoras y carencias, cuanto menos estaba bien organizado en cuanto a recursos humanos y medios técnicos.
Ánimo "Profes", ¡estamos con vosotros!
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