martes, 7 de febrero de 2012

aDIOS Tápies



Su trabajo me asestó la primera dentellada cursando Bellas Artes. El Museo Reina Sofía inauguraba una antología de su obra y paseando por aquellas salas percibí que mi manera de entender esto del arte tenía que agigantar sus pasos. Sus prácticas me derribaron algunos tabiques, del todo inservibles que yo me había levantado.
Su contundencia formal y matérica, su expresividad directa al tiempo que contenida, su espiritualidad y misterio, su capacidad de interrogar al visitante... fueron algunos de aquellos determinantes mazazos.
Hace unas pocas horas se nos ha ido ha crear a otro espacio, tras haber cosechado con su ser un mundo de fertilidad plástica valioso, antes desconocido. Sus manos nos han presentado un lugar de colores sobrios y gestos agitados, un universo de formas arriesgadas y transgresiones formidables, una manera de ver el mundo.
Desde esta cercana admiración, gracias maestro por su dedicada tarea de estos años.
DG





No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por tu tiempo!