miércoles, 19 de septiembre de 2012

Paradigma de los políticos

Lo que ha pasado con ROMNEY en USA, es un ejemplo más de la falacia incorporada al ADN de la clase política y los dirigentes de cualquier pelaje, desde hace decenios.
Las dobles y triples caras, los discursos con dobladillo, las omisiones mediáticas para evitar la pérdida de votos que seguro recibirán de sus engañados votantes, son lo habitual.
Pero no aprendemos, no sabemos cómo apartar de la línea de mando a estos indeseables que contaminan el honroso habitáculo de hacer política, tan necesario para el entendimiento pacífico de los individuos y sus pueblos.
Los advenedizos se infiltran y pudren todo con sus corruptelas, sus abusos de poder, su estulticia, sus sonrisas de plástico y sus macabras intenciones. Votamos como tontos a tontos que van de listos.

Al menos siempre nos quedará la esperanza de un micro o una cámara silenciosa apostada paciente al paso de su fácil presa. Romney, un magnate multimillonario por cierto, ya ha quedado desvelado en su verdadera esencia, esa que cuidaba en disimular. Fue el 17 de mayo en Boca Ratón (Florida), en casa del empresario Marc Leder, responsable de la firma de inversiones Sun Capital Partners. Unos ricachuelos reunidos para soltar la tela al lider radicalizado para regodeo de sus egos. En los estadios y en la tv se dice una cosa, pero en la sombra de los pequeños foros, es donde bien aflora el verdadero caldo de sus venas.
Entre otras ideas, dijo que “un 47% de votantes que se consideran que tienen derecho a la atención médica, a la comida, a la vivienda, lo que sea” declarando que esa mitad del pueblo estadounidense se considera “víctima”, merecedora de limosnas y que se niega a tomar “responsabilidad personal” por sus vidas”, ha dibujado la verdad impresa en sus neuronas. 

Hasta la fecha, aquellos que han aspirado al poder han despreciado a quienes jamás podrán optar a él (incluso habiéndoles votado) defendiendo sin ambages a los de su mismo rasero elitista, prepotente, egotista y mezquino. Miremos donde miremos encontramos Romneys, Aguirres, Rubalcabas, Rajoys, Campses, Fabras, Cospedales, Chaveses... cada uno de su padre y de su madre, pero todos cortados por el mismo patrón: el poder del poder.

DG 

2 comentarios:

  1. un político tiene mil caras y no tiene alma, ya vemos que en todos los países se cuecen las mismas habas, ¡qué lástima!

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  2. ya nos vamos dando cuenta, seamos de las ideas de un lado o de otro, que los políticos van al ordeñe del pueblo hasta no dejarle ni gota, mientras ellos, sus familias y amigos, bien engordan

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