miércoles, 21 de marzo de 2007

TEXTO PARA LA EXPOSICIÓN en JOVENART Mayo ‘ 05




PARTIDA

Todo empezó con los mantos nevados de Enero, cuando la quietud del paisaje invitaba a mirar hacia dentro. Desde entonces, he estado conjugando, no con la dedicación que hubiera deseado, reflexión y lectura, dibujo y horas de taller con una irrefrenable necesidad creadora, incontenible ilusión de lo sensual, que ha dado como resultado esta muestra. El conjunto escultórico es consecuencia de la dedicación de los últimos años, en los que lentamente se han gestado los matices de mi lenguaje.
Queda atrás el rescoldo aun caliente de la energía y el entusiasmo transformados en ese torrente que es el tiempo creativo: una vorágine de materiales dedicados a encauzar las voces inspiradoras del mundo; el ensamble de lo acontecido; la carrera constante para apurar los minutos libres que los escolares permitían; y el celo puesto para que lo planeado cumpliera los sueños esperados.
Con todo, una cincuentena de obras ha llegado a término, quedando por el taller, desolado escenario final de un vehemente ajetreo, abiertos otros muchos caminos que aun podrán ser seguidos. Personajes a medio ubicar, cajas huérfanas, pensamientos a medio parir. Con pena he debido cesar el trabajo, pero con energía seguro volveré a poner las manos y el alma encima.


ARREBATO

El origen de esta serie de piezas se encuentra en las pistas que la propia vida me ofrece. La experiencia vital, los encuentros personales, las inquietudes mentales, resumen las sensaciones del ser humano que albergo. He pretendido condensar todo mi ideario en una falla del tiempo contemporáneo que vivimos. Pues lejos de ser ficticia, se encuadra en la parte más cruda (cruel) y banal de lo real, donde el hombre, que argumentaba Hegel, deambula como esclavo, no sabiéndose a si mismo como tal.
Me arrebata el individuo que olvida sus orígenes, absorto den experiencias globales servidas a través de las embrujadoras, resplandecientes y musicalizadas cajas de cristal. Ese voraz que deglute sin freno e incluso en crudo lo que al otro lado del vidrio sucede, con absoluto fervor, sea cual sea su condimentación. Debe ser que la vida le ha evolucionado hacia categorías donde lo privado ya es público y la piel ha sido eliminada, negando con ello toda imaginación y apartando la ilusión al desván de los despojos. Es ese Ser, medio humano y analógico el que debe adaptarse a las pautas de la obscena digitalidad y que tristemente se percibe ya como normalidad.


BLANCOS HOMBRES BLANCOS

He convocado bajo este tratamiento a un dispar conjunto de personalidades grotescas, la cara B del progreso. ¿Buferos, ponderos, fangantes, metiqueros, detrolos televisivos? Personajes-parodia de un drama que más bien es comedia, fauna de un espacio concreto y comprimido, en el que lo vital se vuelve en entredicho. En definitiva son títeres, presos de un si mismo perdurable, cuya existencia precisa una previa codificación, espejo de todas las carencias urbano-humanas que denotamos. Son dependientes eléctricos, seres-teclado, mecanismos de tecnología inerte.
Con este enfoque reflejo escultóricamente el presente pelele en el que nacen mis representados, donde hemos permitido que la técnica sea modeladora de la naturaleza y de la condición humana, tras el óbito de lo Divino y la Razón. Así, los BLANCOS HOMBRES BALNCOS, como nuevos cuerpos de Occidente, aparecen simplificados, adaptándose a la merma de intercomunicación y actividad física que advierten. La ausencia de brazos y piernas configura lo que podríamos llamar marioneta inalámbrica, criatura anónima puesta a merced de los “ Servicios Técnicos” de ocupación total. Se les permite existir sujetos al hilo eléctrico de una placa, de un implante, atrapados entre abalorios y sustentos materiales ya irrenunciables, en aras del progreso, como un cebo de pesca a merced de la apetencia de los peces o de la suerte de la corriente (habitamos sujetos a la máquina hasta que nos cesan). Todo ello para el periodo de inanición que conforma el entorno habitacional de estos desmembrados, obligados a seguir existiendo a pesar de la mutación sufrida.


DEL COLOR Y DEL PROCEDIMIENTO

El uso del color responde a dos ideas. Por una parte para hermanar el origen de lo ensamblado y por otra para maquillar el mundo representado, como propiamente se manifiesta, pantomima de si mismo.
La amalgama de formas, en momentos caótica y consecuencia de la saturada información, se ve domesticada gracias al traje que la cubre. Los tonos aclarados cercanos al blanco implican lentitud, contención, quizá lo que la actualidad no nos tolera, para llegar a contemplarla desde la calma. Pretendo de este modo simplificar la realidad representada, fruto de la banalidad reinante.
Nada mejor para narrar lo banal que servirme del humor que las sobras del mundo permiten. Reconstruyo a partir de procedimientos de rescate de deshechos, de cenizas que la propia sociedad anula y quiere borrar por otros nuevos. Abundo en la cultura del reciclaje que es el traje de la mutación. Así establezco un juego de nuevos significados desde la forma, hasta la denominación con las que quedan bautizados.


¿REDUCIDOS A CERÁMICA?

El único elemento clásico que he querido manejar ha sido el barro. Sin duda una de las primeras materias usadas por el ser humano. Con él se hicieron las vasijas y primeros útiles, los dioses y el primer hombre; somos cultural y espiritualmente de tierra y a ella sin duda volvemos. Considero la cerámica como el perfecto conservante de la memoria de lo primigenio. Así mis cerámicos pelones condensan en la cabeza la esencia de lo que fueron. Transcurrida tanta historia, sus rostros denotan este viaje y por ello están curados, ajados, surcados por los signos de lo añejo, pero albergando sin duda esperanzas de reconversión anímica (una sola célula, ya regenera todo un cuerpo).


AGRADECERES

Después de un periplo de exposiciones por Suiza, Begoña y Tomás me han ofrecido la gran oportunidad de mostrar el trabajo de los últimos cinco meses. Es la primera experiencia expositiva con escultura que la Galería JOVENART realiza y por ello agradezco su apuesta.
Y también quiero, entrado en el capítulo de débitos, agradecer encarecidamente a todos los que rodean mi trabajo e ilusiones, sus aportaciones (me hacen mejor persona y espero que algún día mejor escultor).
De la larga lista no por menos puedo dejar de nombrar a mi familia, que lo soporta todo; a la Raquelada; a María; a Goyo, mis Ases; a la Muti, Ester y Ana, siempre presentes; a mis “marchantes” Suizos, Frieda, Hans y Manolo; a los amigos de siempre y a los nuevos, Montse y Juan, Manolillo, María y Juan, Ilko, Carmen, Toshiko, Merceditas, Fran, Alfonso y Marga, Ivana y Micht, Guillermo y Macarena, Berta, Ana e Ismael; a mis maestros, Luis Jaime, Mª Jesus, Begoña, Alicia y Cora; a Niebla, el perro más lindo del mundo; a mis Musicoterapeutas, llenos de ritmos vitales; a la gente del Tres Olivos, con los que peleo los días; a los amigos de la Facu, que los vivo por distancia en el recuerdo; a Laura, que me ayuda a crecer por dentro y a Santiago y Celi que me cuidan por fuera; a los del tiempo de Maristas que los valores me dieron; a Antonio, mi ferretero y a Marina, ceramista; a mi familia Siciliana, que me salvaron Milán; a los Brun que nos llevaron a Stampa, y en su nombre a todos los que tanta devoción prestan a mi trabajo en la querida Suiza; y acabando, a todos los que mientras pauto estas líneas se me han escurrido entre los dedos y a los de cualquier modo han contribuido a llevar acabo esta exposición especialmente a mi añorado yayo Marino, alma y motor primeros.

David Gamella

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por tu tiempo!