Hecha ya la gracia con el dinero del contribuyente, no estaría demás que los que "senan" a costa nuestra completaran del todo el chiste regionalista del pinganillo. Para ello propongo adornar con una parafernalia "Ad hoc" sus enredos lingüísticos identitarios, pues ya que se ponen, mejor sería que éstos quedaran perfectamente reforzados.
¿Qué elementos podrían emplear para tal efecto? Pues sin ir más lejos, sus respectivos trajes regionales (adjunto algunos ejemplos). Esto daría así como que colorido, folclore, no se, unas reminescencias costumbristas que ni los cuadros de Sorolla; el hemiciclo circense no tendría parangón en ninguna televisión planetaria. A ello podrían sumarse, mientras se sirven los respectivos discursos, unas degustaciones de las viandas y platos típicos de cada región, sobre todo antes de que nos chinos nos las devoren. Por último y para redondear el show, cada portavoz podría rematar la faena echándose un bailecito, por supuesto regional, acompañando a uno de los muchos grupos corales que en nuestra geografía conservan amablemente la tradición (y así se generarían más puestos de trabajo).
Cuando políticos llegaran a sus casas, sus respectivas parejas (si las hubiere) les dirían eso de "Cariño, ¿has senado ya?" A lo que ya podrían responder, "Me he puesto hasta las trancas".
En fin, Senado de Taifas: País de Gilis.
David Gamella
Imágenes tomadas de http://vipareaforcows.blogspot.com
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