Kevin Carter fotografió en 1993 una de las escenas más inquietantes sobre la hambruna en Sudán: un niño agonizaba ante la mirada expectante de un buitre. Ganó con ella el premio Pulitzer y un sonado suicidio, que entre otros motivos, fue debido a una presión mediática crítica y ácida sobrevenida tras la publicación de la foto, pues nunca se le perdonó que no hiciera nada por ese pequeño. Con el tiempo se ha sabido que ese niño sobrevivió.
En el video se dan otras razones que convendría saber para completar algo más esta historia.
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/02/18/comunicacion/1298054483.html
DG
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