miércoles, 1 de febrero de 2012

REFORMAN (de nuevo) EDUCACIÓN

La educación vuelve a ocupar las portadas. Los medios anuncian otra reforma al tiempo que llega una  ola de frío. ¿Tendrán similares efectos? ¿Arreciarán el pedrisco y la ventisca?
¿Cuántas van ya?
¿En alguna de ellas se ha pensado mínimamente favorecer el desarrollo intelectual de los alumnos?

El cebo periodístico es la Educación para la Ciudadanía y su peligroso catecismo laico, sobrado argumento emocional llamado a despertar del estómago, el espíritu de las Cruzadas y la Reconquista, aun palpable en este país de pasados presentes. Creía estar viviendo en un estado aconfesional. ¡En qué andaré yo pensando!
Algo debería inquietarnos cuando tanto político neoliberal rechaza esta asignatura basada en la carta de los Derechos Humanos ¿En qué puede molestarles dicho documento? ¿No comparten sus premisas?
Los racionamientos para rebatir su "intolerable adoctrinamiento" no pueden ser más simples, indocumentados  y partidistas. (El ministro de Educación se jactaba en la Cadena SER de lo aberrante de los contenidos educativos de la asignatura leyendo extractos de un libro que luego ha resultado no ser de texto, es decir que ni los razonamientos aportados para defender el cambio tienen fundamento real). Esto demuestra que se trata de una modificación exclusivamente para saldar cuentas pendientes con quien la propuso. Por cierto ¿Hay doctrina en los colegios religiosos que tanto defienden?
Como solución pretenden poner una asignatura neutra (¿hay conocimiento objetivo y neutro?) basada en la Constitución Española por eso sí es serio. Serio si obviamos que tiene desde su origen un sesgo conservador; que gracias al Tratado de Maastricht, a los criterios de Convergencia y al Pacto de estabilidad se barrieron de ella 15 artículos a espaldas del pueblo soberano, como luego han seguidos ignorados los referentes a la vivienda digna, el trabajo, la fiscalidad progresiva, etc. hasta el reciente reformazo que, otra vez a espaldas del ilustrado pueblo, se produce siguiendo el consejo de los terroristas financieros americanos. ¿Con este ilustre pegote se va a plantear una asignatura?
Otro argumento falaz y destinado a luego diré qué, es el bachillerato de tres años. En principio suena bien, pero cuando ves que se hace a costa de eliminar el último curso de la etapa anterior (ESO) pero imponiendo la obligatoriedad  de cursar solamente el 1º de Bachillerato, el cambio chirría.
Si ya cuesta mantener medianamente motivados al amplio porcentaje de alumnos de 4º de la ESO con el débil argumento de que algo más de esfuerzo les procura un título necesario para la vida, es fácil imaginar que ese 1º de Bachillerato será tierra de nadie, pérdida de tiempo, esfuerzos e ilusiones ¿Quién va a convencerles de hacer un curso sin valor institucional?
Hay otro estrategia aun no desvelada y que subyace en el fondo de este asunto.
Es más o menos así: Reduciendo la ESO se hace posible la fusión de los colegios de primaria y los centros de secundaria en un solo recinto, con el consiguiente "ajuste" de plantillas y de retribuciones (of course). Como la moral del esclavo ya ha calado en la sociedad se dirá: "todo está mal y hay que recortar, porque hemos sido malos" (para eso no hay problemas de adoctrinamiento). Esta frase mágica  será  argumento suficiente para apretarnos más el cinturón (en el cuello).
Así quedará más despejado el camino para privatizar. Somos ingenuos y no vemos que la educación es un nicho de mercado aun por desarrollar, y no se puede dejar sin explotar. Con esta medida fomentarán las privatizaciones, la segregación social, la cultura elitista, las castas, etc. Votos tienen para ello.

En un breve espacio de tiempo hoy he hecho una atropellada intervención en RNE ("En días como hoy" de Juan Ramón Lucas) intentando ir más allá de estas reformas especulares que resumo a continuación, pues no he sabido desenvolverme bien en el espacio radiofónico.


Decía más o menos que como en otros órdenes de la vida, la educación está intervenida por unos virus resistentes denominados "POLITICUS INCAPACIENS", cuyo deliberado cometido no es otro que provocar un cortocircuito en el manejo de la razón, la creatividad, el pensamiento individual, la reflexión o la conciencia colectiva, entre otras, dentro del sistema educativo. La consecuencia directa de esto es la aparición de focos tumorales como son el pensamiento único, la falta de empatía, el borreguismo, la ignorancia generalizada, la cultura del no esfuerzo, etc. que bien podemos constatar en nuestras calles y televisores; bien es cierto que luego lo denominamos Fracaso Escolar, eso que tanto nos escuece viéndonos ocupar los peores puestos educativos de toda Europa (quizá no duela tanto).
Las reformas perpetradas no tienen otro objetivo que el de enquistar esta situación. Lo vemos en economía. Los cambios se realizan para instaurar el caos, ya que supone la ganancia de los de siempre, nada que ver con aportar las soluciones conocidas para perseguir el bien común. De igual manera en educación tenemos teorías, tesis doctorales, estudios y pedagogías aplicadas que llevan demostrando su eficacia desde hace decenios, pero que por su puesto se ignoran y desprecian.
Las reformas no se preocupan del QUÉ (salvo en la ética, por Dios) y menos aun del CÓMO (aunque estemos manteniendo un modelo del XIX en alumnos del XXI. ¿Y aun nos sorprende su desánimo, desinterés y pasotismo?. ¿A qué jugamos? ¿A quién le estamos haciendo el juego?). El resultado es más burocratización para fomentar la factoría de números y letras con las que hacer el mismo traje para todos y pasar a la siguiente etapa. Realmente en los papeles impuestos no se nos permite escuchar las necesidades del alumno, sus deseos y ello puede empujarnos a olvidar que trabajamos con personas (menos mal que las normas están para saltárselas y los alumnos llegan a contar siempre con alguien  responsable que antepone las necesidades humanas a todo esto).
¿Imaginamos lo que supondría que por ejemplo 30.000.000 de españoles hubieran sido formados para  elaborar un pensamiento autónomo y reflexivo con el que descifrar los acontecimientos fragmentados y fugaces de este presente que vivimos? Sería una explosión social increible. Por eso se intenta despreciar y desarmar un movimiento como el 15M, Occupy Wall Street, figuras incómodas para el sistema como Sampedro, Anguita, o V. Navarro, e incluso la libertad de expresión y comunicación que representa  la red. Son elementos subversivos intolerables y peligrosos para los que ostentan el poder y las armas mediáticas se apuntan contra todo esto.


Y ya no pude añadir:
Si seguimos delegando y consintiendo esta injerencia seremos cómplices de la mediocridad, la anomia, la decadencia y la barbarie hacia la que inexorablemente parecemos decididos a avanzar.
Denuncio el derribo camuflado que desde el sistema educativo se produce contra el pensamiento propio.

DG




3 comentarios:

  1. Muchas gracias, David. He escuchado tu intervención de radio aquí. Te has expresado bien y claro. Puesto en escrito, por supuesto, se afina más aún.

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  2. En la radio no sé porque no lo he oído, pero aquí lo has explicado de maravilla y además tienes toda la razón.

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  3. vaya, pues ese día no te escuche´, y mira que pongo mucho RNE.
    Es curioso, porque soy una persona bastante conservadora pero no en el sentido estricto de la palabra, o quizás es que ya no lo soy, o lo soy menos. El caso es que de vez en cuando me vienen a la cabeza unas ideas un tanto curiosas y me digo ¿cómo esto no lo pensé antes? y son ideas geniales, algunas descubro después que otros también las han pensado y me da mucha alegría.
    El caso es que ahora nos estamos peleando con Hacienda para que nos den 400 euros que nos pertenecen y no veas que calvario, cuando vemos que miles y miles de millones se escapan por otros sitios, y esto no lo entiendo. Veo las fotos de las embajadas españolas que quitan el hipo y esta noche hemos hecho una sopa con un cubito de caldo (sin grasas trans ), un arroz que sobró el otro día y unos restos de jamos serrano, sin olvidar unas pocas hebritas de azafrán, cada plato no creo que llegara a la los dos euros; después unas albóndigas de las que sobraron; todo nos supo a gloria bendita y pensando en que otros quizás ni coman, también pasarán frío. No queremos pensar en lo que está por delante porque el cabreo sería supino y nos sentaría mal la cena.

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