miércoles, 8 de agosto de 2012

Que nos roben los Profesionales

El alcalde Marinaleda ha vuelto a animar el circo mediático. 
Su participación en la "expropiación de alimentos" efectuada hace pocas horas en Écija y Arcos de la Frontera por el SAT Andaluz, ha levantado de sus sillones a los macarras de la moral, de SU redoblada moral, quienes no han tardado en esceneficar un rancio rasgado de vestiduras, de corte talibán. A pesar de los recortes, no están ahorrando descalificaciones y puede incluso que esta tarde o mañana convonquen al Santo Oficio, que para hacer limpiezas no hay nadie igual. Quieren erradicar cuanto antes a todo aquel herético personaje que se atreva a subvertir la anestesia local. 
"¿Cómo osan imitar nuestras nobles prácticas?" - se les oye farfullar.

Evidentemente toda sustracción es un acto de violencia injusto e impropio de una sociedad civilizada, que rompe las fronteras del respeto y por tanto de la convivencia social. El abuso, siempre reporta más abuso. Por ello me manifiesto en contra de toda la gente de roba, digo de TODA LA GENTE QUE ROBA. Punto y aparte.

Dicho esto, pongamos en la balanza el gesto del SAT y miremos más allá. Ganemos perspectiva.
Un acto de este tipo es evidente que quiere erigirse en símbolo, más que solventar la penuria impuesta por capricho de las mafia bancaria. Más allá de la ilegalidad, estas genets no han hecho sino que usar los propios medios de control del sistema, la propiedad privada y los informativos, para cuestionarnos, con letras mayúsculas, ante el devenir de los acontecimientos. 
Los destinatarios físicos de los productos han sido en esta ocasión unos desbordados comedores sociales. Los receptores éticos, el resto de la sociedad que aun no sabe cómo parar la sangria. 
De un tiempo a esta parte el índice de pobreza, la autentica prima de riesgo, está llamando a las puertas de muchas familias para quedarse. Gentes "normalitas" que hasta hace nada hacían de su solvencia dignidad y mantenían un sistema reglado, que aunque no habían creado, se les hacía tolerable. 
Todo esto ha cambiado por capricho inmoral de una minoría terrorista.
A los que comandan el patio se les suponía el deber de velar por los intereses comunes de quien se acoje a la identidad que presta una bandera y un territorio, como servidores del pueblo que se hacen llamar. Lejos de tal engañufla estos sultanes, parapetados bajo leyes trazadas a conveniencia, han empezado por robar la confianza de los ignorantes que les votaron, luego las esperanzas del resto, y por último han tomado como rehenes de sus temeridades al 90 % de la población, sometida sin escapatoria, al designio voraz de sus recortes sociales. El 10 % restante ni se entera, bastante tienen con sacar brillo a sus miserias.

Si todo esto se tradujera sería como rotular a cuatro columnas que pisamos sobre una democracia robada. Estamos capturados en una dictadura maquillada de libre mercado, y como parte del juego de farsas, ninguno tiene los arreos para decirnoslo a la cara.

¿Por qué tanto empeño en buscar las bombas de destrucción masiva tan lejos?
A escasa distancia de nuestras narices se han entregado las llaves del corral a los corsarios financieros para que hagan lo que estimen oportuno. Así han violado nuestra educación, han envenanado nuestra sanidad, han degollado nuestros servicios sociales como si todo fuera suyo. Establecen cupos, racionamientos y un apartheid legalizado para quienes opongan resistencias. Mientras, nuestros jacarandosos sultanes, seguirán atornillados ERE que ERE en sus Bankias, cocinando sus Noos, Gürteles y Malayas para quedarse con todos los ases de la baraja; regalando Preferentes como si no costaran, que ya luego lo más Supremos del Tribunal se pagarán unas rondas de buenas tajadas con lo que hayan rentado las Sicav y amnistías, que cobijan y amparan, en cualquiera de los muchos paraisos fiscales donde la mierda ni les huele.

Así que nada, sigamos tragando quina informativa, que ya estamos a punto de las medallas. Crucifiquemos a los del happenning en prime time y aumentemos la dosis de moralla, tal vez mezclada con la de anestesia nos haga de una vez irnos por las patas. Y por favor, que sean los de siempre quienes nos roben, que sean los profesionales, esos que andan bajo palio besando anillos, jurando biblias y heredando latrocinios, que aquí somos muy puristas y corremos a gorrazos a todo chapuza maletilla que no sabe lo que es bueno.
DG

2 comentarios:

  1. Al este respecto, quizá te interese:
    http://blogs.tercerainformacion.es/diseccionandoelpais/2012/08/08/como-convertir-una-accion-ejemplar-en-un-asalto-y-robo-a-dos-supermercados/

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